La policía busca a un ‘lobo solitario’ por la bomba de la Fiscalía

Una persona de carácter frío y calculador, que actúa tras analizar muy bien el lugar donde atentar y que no se arriesga en ningún momento. Ese es el perfil del llamado lobo solitario, un criminal capaz de poner un artefacto en cuestión de segundos en lugares emblemáticos o muy concurridos. Precisamente, los investigadores de la Brigada Provincial de Información creen que tras la olla cargada de explosivos colocada en la Fiscalía de Madrid el 12 de marzo de 2013 está precisamente uno de estos lobos solitarios.Los agentes están tras varias pistas que pueden dar lugar a detenerlo en fechas próximas.

El artefacto fue colocado ante la Fiscalía Provincial de Madrid, en la calle del Capitán Haya. El criminal iba en moto y dejó caer una mochila, que resultó sospechosa desde el primer momento a los servicios de vigilancia del Ministerio Público. Los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax) inspeccionaron el paquete y comprobaron que efectivamente se trataba de una bomba.

El lobo solitario había utilizado una olla de grandes dimensiones que contenía 3,5 kilogramos de explosivo mezclados con una gran cantidad de metralla, según el informe de los Tedax. En este caso se trataba de piezas metálicas como tornillería, clavos y rodamientos. “Si realmente hubiese explosionado, habría tenido un efecto devastador. Habría destruido todo lo que estuviera en un radio de 30 o 40 metros por la onda expansiva”, explican técnicos en la materia. Hasta el ataque sufrido el pasado viernes por la sede del PP, era el artefacto de mayor potencia destructiva colocado en los últimos años en Madrid.

Las investigaciones se han centrado en un lobo solitario de corte anarquista. Es, según declaran, “el acto que ha entrañado mayor peligro y preocupación dentro del terrorismo anarquista” en la región. “Su principal objetivo es tratar de alcanzar notoriedad, aunque muchas veces no llegan a reivindicar sus acciones terroristas para evitar dejar rastro y puedan ser localizados y detenidos. Su perfil corresponde a individuos inadaptados a la sociedad y a sus normas que actúan de una forma muy planificada”, explican fuentes policiales. “Eso hace que las investigaciones sean muy complicadas y que sea necesario dedicar a muchos agentes a buscarlos”, añaden.

Los lobos solitarios corresponden a dos tipologías, según la clasificación policial. Una es la de los terroristas yihadistas y otra, la de los anarquistas. “La diferencia entre ellos es que los primeros suelen cometer acciones suicidas o que no tienen en cuenta una cobertura de su propia seguridad, mientras que los segundos realizan atentados en los que evitan ser detenidos y con una gran seguridad para su integridad”, recuerdan fuentes policiales. Así ha actuado el terrorista que puso la bomba en la Fiscalía de Madrid. Otro detalle del lobo solitario que actuó en Capitán Haya es que tiene conocimientos avanzados en la fabricación de bombas. “Lo peor es que puede actuar en cualquier momento”, concluyen las citadas fuentes.

En 2011 ya fue detenida la primera célula anarquista, formada por otro lobo solitario que cometió 32 acciones terroristas en la capital, sobre todo, contra oficinas del INEM y de la Seguridad Social. Las fuentes policiales también recuerdan que otro criminal similar fue detenido en febrero de 2013 en Valencia, acusado de un delito de terrorismo. Pretendía llevar a cabo un atentado contra un alto cargo árabe en España.