El portavoz del PP estalla ante Pilar Rojo por el trato a sus diputados
Pedro Puy irrumpe a gritos en una reunión dirigida por la presidenta de la Cámara gallega, compañera de partido
El debate en el Parlamento de Galicia sobre la frustrada iniciativa ciudadana para acabar con la discriminación de los enfermos de Lugo frente a los del resto de provincias acabó el martes por la noche con un gran enfrentamiento entre el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, y los de la oposición en presencia de la presidenta de la Cámara, la también popular Pilar Rojo. El revuelo montado por la oposición durante una intervención extraordinaria del popular lucense Jaime Castiñeiras había llevado a la presidenta a llamar al orden a varios de los alborotadores. La situación no se normalizó y Rojo suspendió momentáneamente el pleno. Al filo de las diez de la noche, llamó a su despacho a los portavoces de los cuatro grupos para intentar tranquilizar los ánimos. Cuando Puy entró en esa reunión lo hizo a gritos y con aspavientos, reprochando las dificultades que tienen los populares para expresarse en la Cámara sin ser interrumpidos, como le ocurrió a su compañero Castiñeiras.
Puy dirigió su reprimenda a todos los presentes, también a Rojo, según varios testigos, y la presidenta le hizo ver que tenía su propia visión de los hechos. Puy negó ayer ningún enfrentamiento con Rojo y aseguró que su enfado se dirigía hacia la oposición. Cuando unos minutos después se reanudó el pleno, la presidenta no volvió a dar la palabra a Castiñeiras, pese a las protestas previas de Puy, sino que optó por pasar directamente a la votación de las leyes debatidas. El portavoz popular aseguró ayer que él mismo pidió a Castiñeiras que no volviese a intervenir.
Aunque Puy negó haberse enfrentado a Rojo, las discrepancias entre ambos no son nuevas. A lo largo de sus dos legislaturas y media, la presidenta ya amenazó en alguna ocasión con llamar al orden al portavoz popular. También le ha negado la palabra, como en un debate el pasado abril, que acabó con Puy golpeando airado su propio escaño. Un año antes, cuando fue el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, quien golpeó el escaño de Feijóo y le pidió “decencia”, Puy se encaró desde su asiento con la presidenta y le reprochó su pasividad. “¿Hay algunos diputados de la Cámara que tienen bula?”, le preguntó. Rojo justificó entonces que, aunque no se la había oído por el ruido, sí había llamado al orden a Beiras.
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