Cautivador

Bello, singular e íntimo es Impro Sharana el magnífico espectáculo que, de la mano del músico Ferran Savall y la bailarina Shantala Shivalingappa, invita al espectador a un intenso viaje musical y dancístico, que embriaga y cautiva los sentidos del espectador y le arrastra a un mundo de sensaciones en que el aroma de occidente y oriente se trenzan en una expresivo y apasionante diálogo entre ambos artista. Impro Sharana aún se puede ver hoy domingo en el Mercat de las Flors. No se lo pierdan.

Ferran Savall y Shantala Shivalingappa son amigos desde muy jóvenes, su primera colaboración fue en el año 2005. En 2007 Pina Bausch escogió una canción de Ferran Savall para un solo que había creado para Shivalingappa, esta enigmática y hermosa bailarina nacida en Madras y criada en París. Desde entonces ambos artistas han realizado diferentes colaboraciones.

Ahora llegan al Mercat de les Flors, tras pasar por Temporada Alta, con esta joya artística que es Impro Sharana. Como dice el propio Savall al comienzo del espectáculo, el escenario, en este caso la sala MAC del Mercat, es para ellos un salón en que Savall y Shivalingappa se reúnen con otros amigos, los excelentes músicos, Jordi Gaspar (contrabajo), David Mayoral (percusión), Nedyalko Nedyalkov (kaval/flauta) y Driss El Maloumi (laoud) para tomar el té mientras van interpretando diferentes composiciones musicales y Shivalingappa baila coreografías de corte contemporáneo y otras de danza kuchipudi, de la que su madre, Savitry Nair, es una especialista. Nair firma la coreografía Smarana que forma parte de este espectáculo y en que Shivalingappa despliega todo su poder de seducción a través de su expresivo movimiento de brazos e hipnótica mirada, mientras los músicos interpretan hermosas músicas tradicionales del norte de la India. Cuando la bailarina se expresa a través de la danza contemporánea su gesto es fluido y elegante.

La magia, espiritualidad y armonía que destila Impro Sharana hechiza al público porque le convierte en participe de la complicidad que se crea entre los artistas. La voz de Ferran Savall, voluntariamente no articulada en palabras, que nace de sonoridades que abarcan desde el jazz, el soul, la bossa nova y la música tradicional de países como la India o Armenia, crea un pasaje musical en que la majestuosidad del baile de Shivalingappa se desliza con libertad. Música y danza en simbiosis perfecta convierten a Impro Sharana en una experiencia inolvidable.