Un procurador del PP denuncia coacciones e insultos en Amurrio
Santiago Abascal asegura haberse sentido intimidado por un grupo de 60 jóvenes cuando se dirigía a una reunión con un concejal
El procurador del PP en las Juntas Generales de Álava Santiago Abascal Escuza ha denunciado este viernes haber sufrido "insultos y coacciones" por parte de un grupo de 60 jóvenes cerca de la sede de su partido en Amurrio, donde tenía previsto mantener una reunión con un edil.
Abascal ha explicado que se ha sentido "intimidado" y que finalmente no ha accedido a la sede del PP. Según ha dicho, hacia las 11.30 horas unos jóvenes que se estaban manifestando por Amurrio en contra de la Lomce han pasado junto al comercio de su familia profiriendo gritos en contra del PP.
Seguidamente, se han dirigido hacia la sede popular, que está ubicada a 30 metros, en la calle Dionisio Aldama, y una vez allí, se han sentado delante, han pegado carteles contra la Lomce y han gritado lemas como "Santi da la cara", "Santi fascista", por lo que Abascal ha decidido no acercarse a las oficinas del PP para "evitar incidentes".
El juntero popular ha explicado que ha llamado a la Ertzaintza y que eset sábado interpondrá una denuncia porque está cansado de que después de 40 años de actividad política le sigan insultando de manera "gratuita".
"No aguanto la falta de libertad", ha afirmado y ha advertido de que le han impedido ejercer su trabajo. Fuentes del Departamento vasco de Seguridad consultadas han asegurado que esta mañana se ha producido en Amurrio una manifestación contra la Lomce que estaba comunicada y que se ha desarrollado "con normalidad".
Según estas fuentes, cuando los agentes se han acercado al lugar tras la llamada de Abascal, los concentrados no han proferido insultos contra éste, por lo que la actuación de la Ertzaintza no ha derivado en detenciones.
Abascal ha indicado que la concentración delante de la sede del PP se ha prolongado durante una hora y ha asegurado que la Policía Municipal ha llegado a cortar la calle puntualmente "para evitar incidentes". Para Abascal, la presión y la coacción que ha sufrido son "intolerables".
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