La ficción de Torrejón de Velasco
La Cámara de Cuentas destapa que los inventarios y los saldos municipales no guardan “concordancia alguna” y que faltan justificantes de pagos
Gonzalo Cubas arrasó en las elecciones municipales de 2011. El exalcalde de Torrejón de Velasco (PP), imputado en la Operación Púnica y cuñado del constructor David Marjaliza, pieza capital de la presunta trama que obtenía contratos públicos mediante comisiones ilegales, barrió tras lograr 8 de los 11 concejales. El resto se los repartieron PSOE, IU y un partido independiente. Un año después, las “deficiencias” en los procedimientos de gestión, control, intervención y fiscalización de gastos e ingresos y contabilización de las cuentas de la población de 4.177 habitantes eran patentes, concluye un informe de la Cámara de Cuentas del ejercicio 2012.
La dureza del organismo en su examen de la contabilidad local cobra más valor todavía si se compara con la pose oficial de tranquilidad del equipo de gobierno hasta que la Guardia Civil entró en el Ayuntamiento. “Es un ejercicio de transparencia que la Cámara de Cuentas nos fiscalice. Podremos demostrar la eficacia de estos tres años de gobierno, en los que hemos conseguido equiparar los gastos con los ingresos”, proclamaba Álvaro Martín, concejal de Comunicación, el pasado febrero en la SER. Ocho meses después, el alcalde era detenido. Solo conseguiría la libertad tras pagar una fianza de 60.000 euros.
Sin informes de Intervención
El remanente de tesorería “no refleja la situación de solvencia a corto plazo” de Torrejón de Velasco, dicen los auditores. Lo mismo sucede con el saldo contable de tesorería: con un resultado negativo de 761.816 euros, “difiere del saldo real”, que es de 122.278 euros.
La diferencia se explica en buena parte porque el Ayuntamiento registró erróneamente en el año analizado una operación de tesorería con un banco por valor de 663.800 euros como tesorería negativa, “en lugar de contabilizarlo en la cuenta acreedora”.
El informe resalta una deuda de 502.544 euros pendiente de pago en 2012 por un modificado de obra de un contrato de 2005 que superaba el 30% del importe adjudicado. El Ayuntamiento fue condenado por sentencia judicial firme al pago del sobrecoste.
La variación del precio del contrato se habría realizado, observa la Cámara, sin ser “conforme a los procedimientos” y “al margen de los controles de fiscalización” de la Intervención municipal.
Como guinda, Torrejón de Velasco incumplió los plazos de aprobación y rendición de la Cuenta General de 2012, establecidos entre el 1 y 31 de octubre de 2013. Es más, la resolución por la que el exalcalde —desde el jueves Esteban Bravo es el actual regidor— prorrogó el presupuesto de 2011 para 2012 se hizo “sin el correspondiente informe de Intervención”.
La “inexistencia” de un registro de personal y de la relación de puestos de trabajo resume el descontrol durante la etapa de Cubas. Torrejón empezó el año con 70 empleados y lo cerró con 40, casi la mitad. Un ejemplo del vértigo de un Consistorio en descomposición es que el anexo de personal aprobado el 1 de octubre de 2012 lo integraban 52 puestos de trabajo, además de los ocho miembros del Gobierno municipal. Dos meses después los trabajadores eran 32, lo que supone una reducción de efectivos del 33%.
La dispersión y frivolidad en el manejo de las cuentas alcanzó tal grado que los examinadores de la Cámara de Cuentas recomiendan “actualizar” el inventario local, debido a que “no existe concordancia alguna” entre los datos del inventario, que arroja un saldo de 65,7 millones, y la contabilidad (saldo de 11,6 millones de euros). De hecho, la contabilidad no recoge importe alguno en concepto de patrimonio municipal del suelo, pese a que según el inventario asciende a 16 millones.
La gestión sui generis de Torrejón de Velasco no termina aquí. “El Ayuntamiento carece de normas internas de procedimiento de gestión de gastos, ingresos, tesorería y disposición de fondos, respecto de intervención, fiscalización y control y relaciones de coordinación entre los servicios responsables de unos y otros”, enumeran los expertos del organismo fiscalizador. La consecuencia de tal descontrol fue que se realizaron gastos “no autorizados”, faltaban justificaciones de subvenciones concedidas, había “derechos reconocidos por tributos correspondientes a hechos tributarios inexistentes…”.
Mientras, la deuda municipal ha alcanzado los 12 millones de euros, frente a unos ingresos de 3,6 millones este ejercicio. El remanente negativo para gastos generales en 2012 fue también de 3,6 millones, por los que Torrejón de Velasco incumplió el objetivo de estabilidad presupuestaria. Otras, muestra de la falta de rigor es que el Consistorio tampoco incluyó en el presupuesto “gran parte de los pagos a proveedores efectuados”.
La Cámara señala que a 31 de diciembre de 2012 existían derechos reconocidos en deudores por convenios urbanísticos de ejercicio cerrados por un importe de 5,6 millones “que son inexistentes”. Los derechos derivados de convenios urbanísticos de 2008 y años anteriores “nunca debieron contabilizarse porque eran meras expectativas de derechos, que no han sido objeto de cobro ni podrán serlo en un futuro porque no se han dado las condiciones previstas en los convenios, ni existen las acciones posibles para ejercerlos”, apostillan los expertos del organismo fiscalizador.
La Cámara recomienda que esos 5,6 millones en derechos reconocidos “deben ser dados de baja en contabilidad” para evitar “incluir derechos ficticios en el cálculo del remanente de tesorería”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.