El puzzle de Guanyem toma forma
La CUP-TPM se desmarca de la alianza y presentará candidatura propia
Cinco meses después de su lanzamiento, Guanyem está a punto de cerrar la primera fase de su constitución como candidatura a la alcaldía de Barcelona. El próximo martes presentará el código ético, el documento que fija cuestiones formales como la limitación de sueldos y mandatos, la financiación, la rendición de cuentas o cómo evitar las puertas giratorias que llevan a ex cargos de la administración a trabajar para grandes compañías. Un documento que comenzó a debatirse en octubre y que deberá ser validado durante la próxima semana. En su redactado han intervenido todos los “espacios” que aspiran a “confluir” en Guanyem: ICV-EUiA, la CUP-TPM (Trobada Popular Municipalista), Podemos, Partido-X y Procés Constituent.
Ayer, durante la tercera edición de la TPM-CUP, los asistentes decidieron desmarcarse de Guanyem y crear una candidatura propia. “Ahora mismo hay dos proyectos políticos diferenciados", resumió la portavoz de la TPM, Maria Rovira. Con todo, explicó que presentarán enmiendas al código ético.
Guanyem es un puzzle complejo formado por piezas de culturas políticas, ritmos y sistemas de decisión muy distintos. ICV son un partido al uso y tienen experiencia en el Gobierno municipal y en la oposición. La CUP bebe del asamblearismo y además en este caso no actúa con voz propia sino a través de la TPM. El enfrentamiento entre ambos ha sido duro, porque un sector de la CUP rechaza compartir candidatura con los que considera responsables del actual “modelo Barcelona”. Otro es partidario de construir una amplia mayoría que facilite un buen resultado. El diputado independiente David Fernández ha sugerido participar por ahora en Guanyem y decidir (integrarse o no) cuando esté claro el programa y el funcionamiento. Podemos acaba de crearse y no tiene estructura formal, como tampoco la tiene Procés Constituent.
Tampoco todos se juegan lo mismo. Unos tienen mucho que perder y otros solo pueden salir ganando. De ahí que cerrar el código ético no haya sido fácil. Una cosa es el consenso en rechazar la casta o en que hay que aumentar la transparencia; otra acordar la limitación de mandatos o el sueldo de un concejal. Por ejemplo, para ICV la idea de limitar los mandatos con efectos retroactivos supondría dejar fuera de una futura lista al concejal Ricard Gomà. También a nivel económico los ecosocialistas son los que más pueden perder: salga lo que salga será menos para unos cargos electos que donan el 27% de sus ingresos al partido, entre otras cuestiones, para pagar la hipoteca de la sede o las campañas. El debate sobre los sueldos ha sido intenso. Desde los 1.400-1.600 euros mensuales que exigía la TPM hasta los 2.600 que fijaba como tope el primer borrador.
El código ético es solo el primer paso. Guanyem afronta ahora la elaboración del programa y las listas. Para las listas, la semana pasada celebró un taller al que asistieron 300 personas en el que varios expertos expusieron el abc de una lista municipal. Cuestiones como que los regidores son cargos electos, no se pueden fichar a posteriori como en un Gobierno. O qué formulas hay para celebrar primarias: genéricas, cada espacio las suyas, quién tendría derecho a voto; o cómo se reparten los cargos en consejos comarcales o la Diputación... los interrogantes se acumulan.
“Son cuestiones que descubres cuando te metes en la esfera electoral”, reconoce Gala Pin, una de las portavoces de Guanyem. Está también sobre la mesa decidir con qué marca se concurrirá a las elecciones. Y no es baladí porque si el nombre es nuevo, no tendrá espacio en los debates o los informativos. Con todo, el trabajo hecho hasta la fecha es mucho, aseguran. Los núcleos de decisión de Guanyem son dos. Por un lado, las reuniones de coordinación, en las que participan cinco portavoces (Ada Colau, Joan Subirats, Gerardo Pisarello, Gala Pin y Jaume Asens) y representantes de comisiones. Y por otro el plenario, hasta 60 personas.
“Lo que estamos viviendo es la constatación de la hipótesis de salida”, celebra Gala Pin: “Las ganas de recuperar la ciudad, estamos viendo a centenares de personas dedicando el 100% de su tiempo libre a Guanyem”. La organización tiene hasta una flota de taxistas voluntarios que hacen de mensajeros. Y, aunque en Guanyem nadie cobra, ha recibido el currículum de algún destacado ex cargo de la esfera del Tripartito.
Los distintos actores de la “confluencia", resumen así el proceso. Desde ICV, su coordinador en Barcelona, David Cid, reconoce que para el partido "la confluencia supone cambiar muchas cosas. Pero estamos muy contentos”, asegura desde una formación a quien todo el mundo reconoce “su generosidad” en el proceso. Oficialmente los ecosocialistas no han decidido si se integran en Guanyem, pero de facto están dentro. Por parte de Podemos, Marc Bertomeu, subraya que la constitución de Guanyem es paralela a la de la estructura de Podem Barcelona, que ellos tenían mucho trabajo hecho con su código ético y que “ratificarán” la adhesión en una asamblea próxima. Jordi Rabassa, de Procés Constituent, tiene también claro que la confluencia será un hecho.
En cambio la TPM-CUP, aprobó ayer “constituir una candidatura de ruptura”, al tiempo que seguirá participando en el debate del código ético. Su portavoz, Maria Rovira, explicó que los puntos de discordancia con el código son el salario de los concejales, que si se fija en 2.200-2.600 euros entienden que "es inaceptable”; el destino de los excedentes de la candidatura; y los mandatos, que la TPM es partidaria de fijar en dos y no en dos con un tercero opcional.
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