Dos años y medio de cárcel por conducir drogado y causar una muerte

El juzgado penal número 4 de Girona ha condenado a dos años y medio de cárcel a Aleix Laborda, un vecino de Riells i Viabrea (la Selva) que con su conducción temeraria y un trompo que acabó en accidente, acabó con la vida del joven de 16 años, Sergi Marquillos, que iba de copiloto en el coche. Los hechos sucedieron en febrero del 2010, cuando el acusado tenía 18 años, que circulaba con exceso de velocidad, conducía el coche de su tío sin seguro, sin carné, sin pasar la ITV y drogado.

El fiscal le solicitaba inicialmente una pena de cinco años y medio de cárcel por delitos contra la seguridad vial, al conducir bajo los efectos de las drogas, con temeridad manifiesta y sin tener permiso de conducir. A sus cargos también se les suma el delito de homicidio imprudente.

En la vista celebrada hoy el joven ha reconocido la culpa y el fiscal, la acusación particular y la defensa han pactado una rebaja de la pena. Las partes han acordado una condena de dos años y medio de cárcel. Además, por conducir sin carné se le ha condenado a pagar una multa de 12 meses a razón de cuatro euros diarios, en total 1.440 euros. Como está en el paro y se ha declarado insolvente en cuotas de 60 euros, a pagar durante 24 meses, que empezará a pagar a partir de diciembre. El joven, que tiene un plazo de 10 días para entrar a la cárcel, ha perdido el carné de conducir, que no podrá volver a sacarse hasta dentro de cuatro años.

Las partes han acordado una condena de dos años y medio de cárcel

Los hechos que acabaron con la vida de Marquillos, de 16 años, tuvieron lugar sobre medianoche del 5 de febrero, en la calle Alzinelles, en el polígono industrial sur oeste de Riells i Viabrea. Según la acusación, Laborda, conducía el Seat Ibiza Cupra de su tío “de forma descontrolada y con excesiva velocidad realizando maniobras de conducción bruscas”. La intención del conductor era entrar dentro de un aparcamiento, y en lugar de hacer un cambio de sentido con precaución, pretendió realizarlo acelerando y derrapando con el freno de mano, lo que se conoce como Drifting, “un desplazamiento agresivo donde se combinan potencia y habilidad del piloto”.

El conductor no tenía experiencia, y el coche no estaba preparado para tal maniobra. El vehículo, además, circulaba a una velocidad de entre 70 y 120 km/hora, cuando la vía limitaba esta a 40 km/h. Laborada perdió el control del automóvil, que chocó una farola, rompió la rueda posterior derecha en una acera, rebotó contra un panel de hormigón y acabó volcando. El menor que iba de copiloto, herido de gravedad, fue trasladado al Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona donde falleció al cabo de horas de llegar a causa de las heridas internas que presentaba.

El condenado tendrá que pagar una multa de 12 meses a razón de cuatro euros diarios, en total 1.440 euros

El abogado de la acusación particular, Daniel Vosseler, ha apuntado que se trata de delitos “graves” y “terribles”, y ha destacado que “podemos hablar casi de la infracción de todo el capítulo cuarto de delitos contra la seguridad del tráfico porqué iba sin carné, sin seguro, sin ITV, bajo los efectos de las drogas, con exceso de velocidad y con imprudencia temeraria”.

El letrado, que ha añadido además que “el vehículo había sido sobrepotenciado”, ha criticado duramente la demora en la celebración del juicio que ha “destrozado” a la familia. “No puede ser que esta familia haya tardado casi cinco años en resolver este tema, porqué esta familia tiene que superar el duelo, es inadmisible que los ciudadanos tengan que esperar cinco años para resolver un juicio de estas características, que además ha acabado en una conformidad”.

En esta línea, ha criticado al sistema judicial, ya que mientras se ha instruido este caso “el acusado se ha sacado el carné de conducir y los padres de la víctima han tenido que ver como conducía por el pueblo”. “No puede ser que una persona cometa unos hechos de estas características, se les esté instruyendo una causa con casi la violación de todo el código penal en materia de tráfico y se saque el carné con toda normalidad y circule por el pueblo”.

En cuanto a la Responsabilidad civil, el Consorcio de Compensación de Seguros ha indemnizado una suma superior a los 106.500 euros a los padres de la víctima. La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso.