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Diez años para el indigente que mató a una mujer qué llamó puta a su madre

El jurado popular le consideró culpable por unanimidad

La sección tercera de la Audiencia de Girona ha condenado a 10 años de cárcel a Jindrich Cermak, el hombre de 46 años y origen checo juzgado la semana pasada por matar a una vecina de Platja d’Aro amiga suya porqué le dijo que su madre “era una puta de 30 euros”. El jurado popular le consideró culpable de un delito de asesinato por unanimidad. La sentencia recoge el veredicto del jurado y le aplica una atenuante muy cualificada de confesión, que fue aceptada tanto por el fiscal como por la defensa.

El fiscal y la defensa presentaron al finalizar el juicio un escrito ce conclusiones definitivas conjunto de conformidad con el acusado, que se confesó autor del crimen y dio todos los detalles del caso. Cermak reconoció haber matado en junio de 2011 a una amiga de 77 años con la que buscaban comida juntos en contenedores y después la vendían a terceros. La asfixió con una cuerda, la metió en una alfombra y la tiró en un bosque de Llagostera. Cinco meses después unos buscadores de setas encontraron el cadáver.

Inicialmente el fiscal solicitaba una pena de 17 años y medio de cárcel por un delito de asesinato con la atenuante de confesión. Sin embargo rebajó la petición de pena hasta los 10 años, aplicando una atenuante muy cualificada, porque la confesión fue crucial para la resolución del caso. Por su parte la defensa, que había solicitado la absolución, se adhirió a la petición de la fiscalía.

En su veredicto los miembros del Tribunal del Jurado le consideraron culpable de un delito de asesinato basándose principalmente en su confesión autoinculpatoria y en que aportó detalles que solo el autor podía saber. También lo argumentaron por indicios hallados por la policía, como que no preguntó por la víctima tras su desaparición, a pesar que estaban juntos a diario, cuando la gente le preguntaba por ella daba diferentes versiones y que además el cadáver se halló a unos 20 metros de donde él había vivido en un campamento.

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