Feijóo y Baltar entregan el premio Ourensanía a Victoria Prego

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quiere una Galicia “especial desde la autoridad del autogobierno y no desde el coto de la independencia” y una España con una política transversal “en la que cada comunidad autónoma se sienta parte”. El Premio Ourensanía instituido por la Diputación de Ourense a modo de reivindicación para la provincia del espíritu cultural de la Generación Nós y recogido por la veterana periodista Victoria Prego, se convirtió hoy en su primera edición en un canto a la unidad de España. En medio del despliegue del poder baltarista en la provincia (encabezado entre el público por el fundador de la estirpe) y de representantes del mundo cultural, la galardonada primero y después Feijóo, que centró su discurso exclusivamente en Galicia, reivindicaron el actual modelo de las autonomías frente al movimiento independentista de Cataluña.

La apuesta de Feijóo por el modelo “cívico y dialogante” de la Transición, a la que aludió por el papel profesional de la premiada en esa etapa de la historia de España, pasa por la libertad de expresión de los medios de comunicación. El presidente de la Xunta, que recibe constantes críticas de los trabajadores de la RTVG que denuncian la “manipulación informativa” en este medio público, destacó que la Transición fue un éxito “porque medios de comunicación, políticos y ciudadanos trabajaron para ello”, motivo por el que cree que no deben confundirse ahora las prioridades, “que siguen siendo las gentes y no los territorios; las prioridades son las libertades del conjunto”. “Si hubiese más Victorias Prego en el periodismo, en las televisiones, España tendría menos problemas”, remachó el presidente de la Xunta su defensa del ejercicio en libertad del periodismo. Después reivindicó la “fineza” en algunos políticos que equiparó a la de artistas e intelectuales que asumen “el reto de este país”. Y en alusión al resultado de la votación del 9N en Cataluña, el presidente gallego apeló al “sosiego”. “Es el momento de escuchar y tender puentes con las columnas de la Ley”, destacó sentenciando que “sin el cumplimiento de la Ley no hay puentes, sino atajos: sin Ley solo hay mentiras”.

Prego, por su parte, definió a Galicia como una comunidad que “nunca fue excluyente ni ensimismada, ni tuvo afán de separación de España ni del mundo, sino todo lo contrario”. Una diferenciación, señaló la periodista, “digna de ser valorada” frente al “momento de separatismo más grave e intenso de nuestra historia, basado en rasgos diferenciadores que se esgrimen para rechazar al que no es igual”, apostilló en alusión a Cataluña. En su opinión, Ourense y Galicia están sin embargo “radicalmente alejadas de cualquier elemento de provincianismo insolidario y excluyente”. La constante emigración que ha llevado históricamente a los gallegos por todo el mundo nunca les impidió, señaló la periodista, “alzar su estandarte, por eso lo cuidan y lo transmiten de generación en generación”.

La fiesta de la Ourensanía ideada por el presidente de la Diputación concluyó con la interpretación del que será el himno de la provincia, “Ourense no solpor”, obra del compositor Manuel de Dios. La singularidad del himno ourensano llevaría después a Feijóo, mientras posaba para los fotógrafos con el coro Vellos Amigos que lo interpretó, a bromear con la necesidad de “hacer un nuevo himno de España”. “Si nos ponemos los ourensanos nos sale en una semana”, zanjó su única alusión a la provincia.