Boadilla instala el primer badén inteligente de España
El resalto se endurece si el conductor supera la velocidad
El Ayuntamiento de Boadilla del Monte (47.600 habitantes) ha instalado un novedoso sistema para controlar la velocidad de los conductores. Se trata de un badén inteligente de velocidad (BIV) que aumenta su dureza en función de la velocidad a la que circule el vehículo que pase por encima de él. En caso de que el vehículo vaya a la velocidad marcada, en este caso 30 kilómetros por hora, el coche no apreciará prácticamente el resalto, según explicaron fuentes municipales.
El badén se encuentra instalado en la avenida del Infante don Luis, a modo de prueba. Ayer fue presentado por el alcalde de la localidad, Antonio González Terol (PP), y el gerente de la empresa Badennova e inventor del BIV, José Antonio Aguilera. Este sistema está destinado en especial a los lugares con una gran densidad de tráfico y en espacios abiertos.
El BIV tiene en su interior un líquido denominado no newtoniano cuya característica principal es que se mantiene fluido cuando es alcanzado a velocidades bajas. Algunas empresas han experimentado con una mezcla entre maicena con agua. En caso de que el conductor vaya más rápido, este material se hace más sólido, por lo que se convierte en un badén de los que habitualmente están instalados en las vías de la región.
Según fuentes municipales, el líquido que está dentro del badén puede diseñarse para que actúe a diferentes velocidades. Está compuesto además por una capa protectora de un llamativo color amarillo. En su interior está ese líquido que se endurece. También lo compone un revestimiento de alta resistencia que soporta tanto el peso como los golpes que puede recibir en el tránsito de vehículos y personas. En todo caso, los materiales empleados no son tóxicos ni contaminantes por lo que son respetuosos con el medio ambiente. Están diseñados de tal forma que pueda soportar vehículos pesados como los cambios de temperatura, tanto en invierno como en verano.
El Ayuntamiento de Boadilla destacó ayer las ventajas de este BIV respecto a los badenes actuales. Si se circula a la velocidad de la vía, se reduce el riesgo de frenazo por parte del conductor y el posible riesgo de accidente. También se evitan las eventuales lesiones en la espalda ocasionadas por los bruscos saltos y los numerosos cambios de altura de la vía por la que se circula. El vehículo también notará estas mejoras ya que se evitan los daños en la amortiguación y en las piezas mecánicas.
A estas ventajas hay que añadir que se contamina menos ya que hay una menor emisión de dioxido de carbono al mantenerse una velocidad continua, sin frenazos ni aceleraciones. También bajan la contaminación acústica.
El BIV fue premiado por la Fundación para la Seguridad Vial, que le otorgó en 2010 el Premio Nacional de Seguridad Vial y el Premio a la Innovación en la feria Intertraffic Amsterdam 2010.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.