Las primarias en Castellón evidencian la división del PSPV

Las aguas siguen agitadas entre los socialistas de Castellón. El fin de las primarias para elegir al candidato a las próximas elecciones municipales que se celebrarán en 2015 (en las que resultó ganadora la actual portavoz municipal, Amparo Marco) ha abierto de nuevo una importante brecha entre la militancia (totalmente dividida) e inaugurado el debate sobre el futuro de la ejecutiva local y, fundamentalmente, de su secretario general, el exalcalde Daniel Gozalbo. No son pocos los militantes que le atribuyen falta de imparcialidad por buscar y apoyar al candidato alternativo que encontró en Germán Renau. Ayer, en el día después de la ajustada votación —Marco obtuvo 259 votos frente a los 238 de Renau—, Gozalbo llamó a la “reflexión” interna y supeditó su posible marcha a la votación sobre su gestión en una asamblea a la que todos los militantes están llamados a votar en un mes.

El exalcalde Gozalbo supedita su marcha a la asamblea que evaluará su gestión dentro de un mes

La fuerte segmentación del PSPV-PSOE de Castellón no se pudo esconder en la votación de este domingo. El recuento de papeletas, que se alargó durante algo más de una hora, evidenció los apoyos de uno y otro bando. Los abrazos, felicitaciones y muestras incontenibles de alegría por un lado chocaban con las caras largas y condolencias por el otro. En medio de este tirante escenario, la recién elegida Amparo Marco pronunció un discurso que es todo un llamamiento a la unidad. “Hoy el contador se pone a cero”, dijo después de suspirar: “Creo que hoy es el momento más difícil de toda mi vida”.

Marco, ayer, no quería oír hablar de división. Su posición es clara. La actual portavoz solo tiene en vistas alcanzar la alcaldía y pretende que el partido no se pierda de nuevo en disputas y luchas internas. “No podemos defraudar una vez más a la ciudadanía”. La ya candidata oficial no se pronunció sobre la elaboración de la lista ni si su intención es integrar en ella a los dos bandos teniendo en cuenta que el grupo perdedor obtuvo el 47,6% de los votos. La lista, no obstante, debe ser aprobada por la ejecutiva liderada y controlada por Daniel Gozalbo.

El secretario local del partido aseguró ayer que no quiere aferrarse al cargo y que su intención es abrir “un periodo de reflexión” para que la ejecutiva primero y los militantes después se pronuncien. “Quiero que Amparo tenga todas las facilidades, si se piensa que se necesita otra estructura diferente o que yo soy un inconveniente u obstáculo, no pondré trabas”, manifestó. La ejecutiva se reunió ayer para hablar sobre este asunto. Pero Gozalbo supedita su continuidad a la asamblea en la que todos los militantes deben aprobar o no su gestión. La votación será el mes que viene y, como viene siendo habitual, si no se aprueba (algunos ya ven en la votación de primarias un primer sondeo), la ejecutiva será renovada.

Esta posición es vista como un gesto por una parte de los socialistas. Después de haberse identificado tanto al secretario del partido con uno de los candidatos, el desenlace, dicen, es su marcha o, en todo caso, adoptar un papel secundario para no entorpecer o torpedear la elaboración de la lista. La primera alternativa, que provocaría que una gestora tomara las riendas, podría agravar la crisis.

El candidato perdedor, Germán Renau, ve posible que se pueda elaborar una lista unitaria que englobe a la militancia que no votó a Marco pero apunta que la decisión es de la actual portavoz y que “es cuestión de entendimiento y consenso”. Renau no ve en la ajustada votación una división interna y prefiere hablar de participación: “Se ha movilizado al 95% de la militancia y esto es muy importante”.