La oposición pide cuentas al PP por la poca inversión de Rajoy en Valencia

Fue el primer debate del estado de la ciudad a petición del PP, y la oposición ha pedido cuentas a Rita Barberá y su gobierno por la escasa inversión del Estado en Valencia. “Estamos a la cola en euros por habitante”, denunció el socialista Joan Calabuig, que interpretó los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015 [101 millones frente a los 150 de 2014] como un “desprecio” a la capital. “Son ofensivos y vergonzosos", coincidieron Joan Ribó y Amadeu Sanchis, de Compromís y EU. La inversión en la ciudad ha caído un 71% desde la llegada del PP a Moncloa.

 El portavoz socialista acusó al PP de dejar Valencia en una crisis sin precedentes. “No ha sabido reorientar las prioridades y ha aplicado recetas conservadoras, con recortes, incertidumbre, falta de empleo y ataques al sistema de protección social”, le dijo.

En este contexto de crisis, Ribó rechazó la gran cantidad de presupuesto gastado este mandato en la amortización de deuda municipal. “Y estamos tan endeudados porque ha malgastado mucho, demasiado”, criticó el concejal en alusión a eventos como la Copa del América, la visita del Papa o la fórmula uno. “La amortización de deuda ha cuadruplicado la inversión en la ciudad”, señaló.

Amadeu Sanchis, de EU, arremetió contra los reiterados recortes presupuestarios, la elevada cifra de parados y la amortización de plazas de funcionarios. También se refirió a proyectos en el limbo. “La permuta del solar de Jesuitas está pendiente y el plan urbanístico de El Cabanyal, fracasado social y jurídicamente”.

Los tres coincidieron en que el ciclo de Barberá y su gobierno está agotado y la responsabilizaron del descontrol en organismos del entorno municipal como Emarsa, Feria Valencia o de casos de corrupción como Nóos.

El vicealcalde, Alfonso Grau, defendió la gestión del PP “con datos concretos y con cifras” frente a “la palabrería vana, hueca y sin datos” de los miembros de la oposición. Grau resaltó la reducción de la deuda y de la presión fiscal, así como las políticas de bienestar social.

“Este gobierno puede presumir de llevar más de 20 años sin un solo caso de corrupción”, respondió a la oposición, a los que tildó de “vendedores vulgares de ideas, como los del oeste”.

Los tres grupos se quejaron del formato rígido del debate —sólo 15 minutos repartidos en dos turnos— y subrayaron que el único responsable de que no haya tiempo para un debate pausado sobre la ciudad, con propuestas incluidas, es el PP, que no lo permite. La alcaldesa se limitó a medir los tiempos y no intervino en toda la sesión.