Sigue el pesimismo de las familias vascas sobre la economía

La confianza de los hogares vascos continúa estancada en el pesimismo al situarse en el tercer trimestre de 2014 en el mismo valor que lo hizo en los tres meses anteriores (-17), según un estudio elaborado por Laboral Kutxa.

El índice de confianza de los hogares vascos pone de manifiesto que los consumidores de Euskadi continúan siendo más pesimistas que los del Estado (-7) y que los de la UE-28 (-6).

El índice de confianza del consumidor que elabora Laboral Kutxa es un indicador que refleja la valoración de las personas con respecto a la evolución en los próximos doce meses de la situación de la economía en general y de su hogar en particular, la evolución del desempleo o la capacidad de ahorrar.

Los datos correspondientes al tercer trimestre de 2014, dados a conocer este lunes en un comunicado, evidencian que la visión del consumidor con respecto a la evolución socio-económico en el próximo año no ha variado desde hace tres meses. A un año vista, sigue siendo mayoritaria la proporción de personas que consideran que dicha situación en un futuro será más desfavorable que en la actualidad.

Empeoran las perspectivas con respecto al consumo de los hogares

En los hogares vascos existe una percepción negativa respecto a la evolución de la situación de la economía general (-20) y del desempleo (-19). Esta percepción apenas cambia con respecto del trimestre anterior (-19 y -17, respectivamente).

Los consumidores vascos son más pesimistas respecto a las expectativas sobre la situación económica de su hogar (-15) que en el trimestre anterior (-13). Mejoran algo, sin embargo, las expectativas sobre la capacidad de ahorro de los hogares (de -18 a -15), aunque una parte importante de los hogares asegura que no podrá ahorrar a corto plazo (el 39 %).

Los consumidores vascos también mejoran sus expectativas sobre la marcha de la inflación y prevalece la idea de que los precios crecerán a un menor ritmo (33 %) o lo harán a un ritmo similar (44 %). Por contra, empeoran las perspectivas con respecto al consumo de los hogares ya que la mitad afirma que su nivel de compras relevantes disminuirá (50 %) o no variará (46 %). Desciende hasta el 4 % los hogares que prevén algún aumento.

Asimismo, la demanda de vivienda se mantiene muy débil y apenas el 3 % de los hogares valora la opción de compra. Por último, la intención de compra de un coche registra una leve mejoría (un 5 % la da como segura, y 2 % como probable).