_
_
_
_
CINE

La primera directora que sonó

La Filmoteca Española le dedica un ciclo a la cineasta Dorothy Arzner

Gregorio Belinchón

Si echamos un vistazo al cine actual, el 21% de los directores son mujeres. Un porcentaje exiguo. Aunque hubo aún tiempos peores. En el Hollywood de los años treinta y cuarenta no hacía falta sacar porcentajes, solo existió una directora, Dorothy Arzner. La Filmoteca Española recupera estas semanas el ciclo que hace un mes le dedicó el Festival de San Sebastián a esta pionera, la única cineasta sindicada en aquella época. Que además lo dejó en la cúspide de su carrera, harta del machismo imperante. Criada en Los Ángeles, trabajó en diversos puestos en las majors (los grandes estudios de Hollywood) hasta que sobresalió su montaje de toreo en Sangre y arena (1922), con lo que varios directores recurrieron a su talento en la edición antes de que ella misma se pusiera detrás de las cámaras como máxima responsable en tres películas mudas y 14 habladas entre 1927 y 1943.

 Debutó detrás de las cámaras con un taquillazo, La reina de la moda (1927), y con Manhattan cocktail (1928) se convirtió en la primera directora de la historia de una película sonora. La loca orgía (1929) demuestra su talento exprimiendo a la estrella de Paramount Clara Bow. En RKO dirigió la segunda película como protagonista de Katherine Hepburn, Hacia las alturas; se apuntó al recién creado Sindicato de directores, y concilió calidad y taquilla en The last of Mrs. Cheyney, The bride wore red, La mujer sin alma o Dance, girl, dance, antes de abandonar Hollywood tras la Segunda Guerra Mundial. Nunca se arrepintió. Se ganó la vida como profesora y directora de anuncios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_