Premiados ausentes y tiempos mal medidos

El problema de buscar galardonados de tan alto rango y con tan poco tiempo es que puedes encontrarte con más ausencias de las previstas inicialmente. Y eso fue lo que pasó ayer. La Casa Real, como ya era previsible, no estuvo representada en la concesión de la Alta Distinción de la Generalitat al Rey Felipe VI. Pero tampoco la familia del expresidente Adolfo Suárez. Las otras dos altas distinciones al fallecido empresario Manuel Peláez —recogida por su hijo, que pronunció el discurso de los premiados— y al científico castellonense Avelino Corma sí fueron entregadas.

Tampoco acudieron los escritores Manuel Vicent y Laura Gallego, galardonados con el Premi de les Lletres, por problemas de agenda. El reconocimiento fue recogido por familiares.

El resto de premiados con las distinciones al mérito de deportivo —las deportistas Ruth Aguilar, Ana Carrascosa, Alejandra Quereda y Elena López y el árbitro Antonio Mateu Lahoz—, al mérito cultural —los Pequeños Cantores de Valencia, la Real Academia de Cultura Valenciana—, mérito científico —Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana— y las distinciones a las organizaciones agrarias, el Casal de la Pau, la Asociación de Padres de Niños con Cáncer si lograron hacerse la foto de familia con el jefe del Consell. Y eso a pesar de que casi todos tuvieron que salir corriendo, y con retraso, hacia la procesión cívica de la Senyera.

La dilación en el inicio del acto, la lectura de los escritos de agradecimiento de la Casa Real y el hijo de Adolfo Suárez y las canciones de los Pequeños Cantores obligaron a parte del auditorio a dejar el acto institucional antes del final o a salir al galope sin probar siquiera el zumo de caqui preparado al finalizar el acto.