La Defensora del Paciente pide que se investigue la muerte de un bebé

La Defensora del Paciente, Carmen Flores, ha pedido a la Fiscalía de Castellón la apertura de una investigación para determinar posibles responsabilidades en la muerte de un bebé en el Hospital General de Castellón por la bacteria Klebsiella pneumoniae que produce neumonía o meningitis. Se trata de una niña que murió el 28 de septiembre, a los 23 días de nacer.

Se trata de una bacteria que provoca infecciones graves como sepsis, neumonía o meningitis, y generalmente se produce por una falta de asepsia o incumplimiento de los protocolos de asepsia en los hospitales, según ha indicado la Defensora del Paciente.

Tras las muertes de una docena de personas en un hospital de Córdoba también por el mismo problema y de la infección por ébola de una enfermera de Madrid, Carmen Flores ha pedido a las autoridades sanitarias que se "cumplan a rajatabla los protocolos que garantizan la seguridad de los pacientes". Ha pedido también a la Conselleria de Sanidad que adopte las medidas necesarias para evitar que no se produzcan más muertes por la bacteria en el Hospital General de Castellón. Además, ha pedido a la fiscalía que investigue de oficio si ha habido más afectados o fallecidos y que averigüe el origen del foco de contagio —si está en neonatos, en paritorios o en otro lugar—.

Consultada por EFE, la Conselleria de Sanidad ha manifestado que en el citado centro médico no consta ningún caso de mala praxis médica y que si se abre una investigación se facilitará toda la información que se le requiera sobre el historial médico del bebé.

Una corta y accidentada vida

En un escrito enviado a la Defensora del Paciente, el padre de la pequeña relata que el parto fue complicado. Se realizó el 5 de septiembre mediante cesárea y la niña estuvo un minuto y medio sin respirar nada más nacer. Tras pasar por neonatos para hacerle las pruebas correspondientes, la madre y la niña fueron trasladadas a planta y tres días después les dieron el alta.

Ya en casa, y al igual que había ocurrido en el hospital, la niña vomitaba casi todo lo que comía y hacía heces con sangre y mocos, por lo que, tres días después acudieron a urgencias y el bebé fue ingresado en la UCI. En un principio le detectaron una inflamación en el intestino, por lo que le diagnosticaron una enterocolitis necrotizante, aunque una analítica posterior de heces dio positivo en rotavirus.

A los pocos días dejó de hacer heces con sangre y la pasaron a neonatos, pero la niña seguía vomitando, por lo que le diagnosticaron sepsis o infección de la sangre. Posteriormente, le sacaron líquido encefalorraquídeo y comprobaron que tenía la bacteria klebsiella pneumoniae extendida por todo el cuerpo. Los antibióticos suministrados no le hicieron efecto y la infección derivó en meningitis y en la muerte de la niña el 28 de septiembre