El ‘apuñalador de Lleida’, aislado por agredir a un compañero de celda

Alejandro Ruiz Vidal, el estudiante de Medicina de 21 años que confesó haber apuñalado a cinco personas a finales de septiembre en Lleida, ha ingresado en el módulo de aislamiento de la prisión de Ponent después de dar una paliza a otro interno y empujar a un funcionario.

Ruiz Vidal ingresó en prisión de forma preventiva el pasado 26 de septiembre. Se le imputa hasta cinco delitos de homicidio en grado de tentativa y la instrucción del caso averiguará si hubo motivos xenófobos en esas agresiones. Cuatro de las víctimas son inmigrantes y Ruiz Vidal tiene vínculos con la organización de ultraderecha Nueva Época. De hecho, la Fiscalía de Logroño le acusa de estar involucrado en otro acto delictivo. La acusación pública asegura que Ruiz y otros neonazis acuchillaron, el 23 de diciembre de 2012, a un joven colombiano en la capital de la Rioja.

La vida de Ruiz Vidal dentro de prisión de Ponent no ha sido fácil. Ingresó en el módulo cuatro, un lugar a priori tranquilo y con internos de escasa conflictividad. Es una zona donde se concentran los presos que pueden disfrutar de diversos permisos y los imputados por delitos sexuales. Según fuentes cercanas al acusado, pronto se ganó la enemistad del resto de internos debido a sus constantes salidas de tono y los desprecios relacionados con su ideología ultraderechsta y sus ofensas de carácter racista con algunos de los compañeros.

En estas semanas el estudiante de medicina ha cambiado hasta en cinco ocasiones de celda. El desencadenante que ha llevado al acusado al módulo de aislamiento tuvo lugar a principios de semana. Según el acusado, había prestado 20 euros a un compañero y al no devolvérselos le robó las zapatillas deportivas y le dio una paliza que acabó con el interno en la enfermería. También se resistió a los funcionarios, a los que asegura guarda cierto respeto, y empujó a uno de ellos.

Por el momento, Alejandro Ruiz Vidal permanece en el módulo de aislamiento después de haber infringido una de las normas más graves del régimen penitenciario. Las víctimas que dejó en las calles de Lleida ya han comenzado a formalizar las denuncias contra el acusado. La instrucción del caso no ha hecho más que comenzar.