Gràcia se suma a las protestas contra el turismo masivo

A las protestas de los últimos meses de los vecinos del Poble-sec, la Barceloneta, Sagrada Familia y otros barrios contra el turismo masivo, ayer se sumaron los de Gràcia. Unas cien personas se concentraron delante de la sede del Distrito para pedir al Consistorio que escuche las demandas del vecindario en la redacción del Plan de Usos del barrio. “No queremos que pase como en Ciutat Vella, donde el Ayuntamiento se hartó de decir que escucharían a los vecinos y después aprobaron un texto que favorecía al turismo”, se quejaban ayer desde la plataforma Gràcia on vas?, formada a finales del pasado año y que congrega a varias entidades del barrio.

La plataforma nació con la idea de dar voz a los vecinos en la redacción del Plan de Usos del barrio, aprobado inicialmente el pasado 25 de septiembre y que incluye algunas de las demandas de los vecinos, como la prohibición de conceder más licencias de bares y restaurantes en la zona vieja del distrito, y, como remarcó la regidora de Gràcia, Maite Fandos, estará tres meses en exposición pública en vez de uno, "como es habitual". El texto tiene que pasar ahora por el pleno del distrito y del Consistorio para conseguir su aprobación definitiva. "No es suficiente, no queremos que el Ayuntamiento se apunte un tanto con lo de la participación ciudadana, porque no es verdad", se quejó Héctor Panizo, miembro de la plataforma. "Nosotros pedimos la suspensión de licencias en todo el distrito".

La protesta se inició media hora antes de que comenzara el pleno del distrito, que entre los puntos del día tenía planificado tratar la autorización para convertir un inmueble de la calle de Sèneca, en el barrio de la Vila de Gràcia, en una residencia para estudiantes. Un negocio que el mismo Ayuntamiento quiere prohibir su proliferación en el casco antiguo del distrito, ya que "son susceptibles de ser utilizados como alojamientos turísticos". El mismo día que se aprobó incialmente el Plan de Usos del distrito, el Consistorio anunció la suspensión de autorización de licencias para este tipo de negocios. El Ayuntamiento retiró ayer del orden del día este punto, al que el grupo de ICV-EUiA había presentado varias enmiendas. "El Consistorio trabaja a nuestras espaldas, como se puede ver", se quejaron ayer desde la plataforma vecinal.

La concentración coincidió con la acampada de una veintena de tiendas que desde el lunes mantiene un grupo de jóvenes en la plaza de la Vila contra la orden de desalojo del casal popular Tres Lliris de la que fuera una sucursal bancaria en la Travessera de Gràcia. Los acampados tienen planificado alargar la protesa hasta el próximo viernes.