Urkullu enfatiza el acento social del Presupuesto para atraer a EH Bildu

Las posibilidades de un entendimiento entre PNV y EH Bildu en los Presupuestos de 2015 son reducidas y los dos partidos lo saben. La proximidad de las elecciones locales y la “mochila” de sus profundas diferencias políticas complican el acercamiento efectivo aunque la reunión de este lunes, en Vitoria, entre el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de Sortu, Hasier Arraiz permitió retomar entre ambas partes un clima de diálogo demasiado deteriorado.

Consciente de las dificultades para atraer a la coalición abertzale, Urkullu enfatizó durante su encuentro de dos horas el acento social que impregnará su futuro proyecto de Presupuestos. De hecho, dos de cada tres euros del gasto del Gobierno vasco en 2015 se destinarán a la protección social y Arraiz lo reconoció al valorar la entrevista.

En el pleno de Política General, desde el grupo abertzale se había fijado como línea roja para el acuerdo con el PNV en materia presupuestaria la ausencia de recortes y la apuesta social. Urkullu atendió esta exigencia y le dijo a Arraiz que un objetivo básico para el próximo año pasa por la reactivación económica, el empleo y el mantenimiento de los servicios esenciales de las políticas sociales.

Arraiz critica la posición del Gobierno vasco sobre Cataluña porque favorece a Rajoy

Desde la coalición soberanista no habrá posiciones inmovilistas para proyectar así su imagen de una progresiva colaboración con la estabilidad institucional hasta el punto de reconocer Arraiz su disponibilidad a “aparcar nuestro modelo” si hay voluntad de Urkullu a “alcanzar acuerdos que frenen los recortes sociales”, aseguró.

Con todo, EH Bildu cree que el PNV se siente “más cómodo” pactando con el PSE-EE, aunque no le considera un social adecuado porque niega el derecho a decidir y entiende que es el “momento de abrir nuevos horizontes en este país”, añadió Arraiz.

Ya en materia de autogobierno se ensancharon los antagonismos como era de prever. De entrada, el presidente de Sortu afeó a Urkullu su posición sobre la consulta en Cataluña hasta el punto de considerar que ha servido de ejemplo a Mariano Rajoy en contra de las reivindicaciones de Artur Mas. Por eso, Arraiz pidió al lehendakari un acuerdo compartido “parar lograr el reconocimiento y el ejercicio del derecho a decidir” de los vascos. Urkullu no se movió de su hoja de ruta: mantener los trabajos y el calendario de la ponencia de Autogobierno para procurar el máximo consenso entre todas las sensibilidades.

La coalición cree que el PNV está “más cómodo” pactando con el PSE

En cuanto a la paz y la convivencia, y en base al giro aportado por EH Bildu de asumir una “revisión” de su actuación en el pasado, Urkullu y Arraiz convinieron en el compromiso de trabajar conjuntamente unos nuevos mínimos de bases éticas que tengan como punto de partida los acuerdos alcanzados hasta ahora en las primeras sesiones de la ponencia y que contemplan una revisión crítica del pasado. En este debate, el lehendakari insistió ayer en la necesidad de reactivar los trabajos de la ponencia parlamentaria, frenados principalmente por el insistente reparo mantenido hasta ahora por los abertzales de asumir un suelo ético.

Como manto que cubre este segundo encuentro de la ronda de contactos del lehendakari con los partidos, queda la sensación reconocida por ambas partes de que PNV y EH Bildu entran en una nueva etapa de colaboración. Arraiz destacó, en esa línea, la “actitud abierta” de Urkullu, mientras desde el Gobierno vasco se admitió el “compromiso” de “seguir trabajando conjuntamente” los temas abordados en la reunión. Ahora bien, para no levantar falsas expectaciones, Arraiz precisó: “nuestras posiciones de partida son bastante diferentes”.