Un jefe de la Guardia Civil alertó al PP de la investigación a Conde Roa
La exportavoz popular Paula Prado asegura en un pinchazo que puede obtener información judicial “de primera mano” a través de su hermano abogado
—Oye, se avecina tormenta política por ahí.
—Pues habrá que abrir el paraguas entonces.
—Es secreto todavía, eh.
El entonces concejal de Tráfico en Santiago, Albino Vázquez Aldrey, acaba de llamar a la, también entonces, jefa de seguridad del Ayuntamiento, Mar Hinojosa. Esta tarda en atender el teléfono porque está en la cocina, así que es un hombre llamado Ángel, supuestamente su marido, Ángel Álvarez Lorenzo, a la sazón jefe en Pontevedra del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil, el que coge el aparato. Y con su particular pronóstico meteorológico empieza a describir al edil del PP los negros nubarrones que se ciernen sobre el Pazo de Raxoi. Sin poder imaginarlo, se lo está contando también a los agentes de Aduanas que tienen pinchado el teléfono de Vázquez Aldrey por orden de la juez de Lugo Pilar de Lara, que instruye el sumario Pokémon. Tal y como le avanza el mando del instituto armado a este concejal (que después resultó detenido en la Operación Manga y está imputado, con Hinojosa, en un caso de persecución a un policía), la fiscalía ha presentado una denuncia contra el alcalde, Gerardo Conde Roa, por delito fiscal.
Lo de Conde Roa “se intentó arreglar con los jueces pero el fiscal se niega”
Si eso trasciende, habrá rayos y truenos, predice el guardia, aunque luego intenta quitarle hierro: la evasión del IVA no es, a ojos de la “opinión pública” un delito tan “grave” como la “violencia de género”. La noticia saltó en cuestión de días, en abril de 2012, y precipitó la dimisión del alcalde, que año y medio después fue condenado por defraudar 291.000 euros a Hacienda en la venta de unas viviendas.
En esa conversación, la primera de un rosario de escuchas que recogen a diversos miembros del PP intentando controlar la voladura que amenaza con hacer saltar por los aires al gobierno compostelano, el agente le insiste al político en que no se lo cuente a nadie, que de momento es algo secreto. Pero el edil no se aguanta ni un día, y por la tarde ya está llamando a Paula Prado para decírselo. La entonces concejala, luego portavoz del PP de Galicia y hoy diputada investigada a causa de la Pokémon por el Tribunal Superior avisa inmediatamente a su hermano, el abogado Luciano Prado, que en realidad ya lo sabía. Por las sucesivas conversaciones se sabe que a Luciano no le ha gustado nada que el guardia civil se lo contase al edil y que este no guardase el secreto, algo de lo que logra enterarse después de abordar a su hermana a la salida de misa y forzarla a contar los detalles: “Me lo tienes que decir porque estamos haciendo movimientos y está en juego la carrera de mucha gente”, comenta la diputada que le llega a decir su hermano. Supuestamente, Luciano Prado quiere conocer todos los nombres de las personas que están en el secreto porque es la única manera que vislumbra de controlar el escándalo.
“El juez que lleva mi tema es íntimo amigo del hermano de Paula Prado”
De otra conversación de Paula Prado, Aduanas extrae que su hermano “está con quien tiene que estar arreglando el tema”. Más adelante, cuando ya se ha desencadenado lo que Vázquez Aldrey define como un “terremoto en la propia casa”, la diputada comenta que, sobre Conde Roa, del “tema judicial” pueden obtener información “de primera mano” gracias a Luciano. En la misma escucha telefónica, su interlocutor, el exjefe de gabinete de Conde Roa, Ángel Espadas, comenta que Luciano Prado corre el riesgo de verse salpicado por el exalcalde: “Este tío está con un nivel de desesperación tal que nos lleva a todos por delante”, advierte. “Tú imagínate que mañana va a hablar” con la prensa y le dice “oye, el juez que está llevando mi tema [José Antonio Vázquez Taín instruyó la causa por delito fiscal de Conde Roa] es íntimo amigo del hermano de Paula Prado”.
Por otros pinchazos, se sabe que algunos que aparecen conversando en este informe de Aduanas sobre “filtraciones” (incluido en los tomos del sumario que se entregaron a las partes el viernes pasado) temen cada vez más hablar por teléfono de sus intrincados tejemanejes. De otra conversación, esta vez entre los jefes de Aquagest, se extrae el dato de que un tal Ángel (supuestamente Espadas) se ha enterado “por la Xunta” de que lo de Conde Roa “se intentó arreglar con los jueces pero el fiscal se niega”. Al final los esfuerzos fueron en balde, y la tormenta estalló con todo su aparato eléctrico en el Obradoiro.
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