El baldeo retorna a ocho meses de las elecciones tras años de ausencia

Cerca de las 10 de la mañana, los vecinos del barrio valenciano de Benicalap, al norte de la ciudad, recibían hace unos días una visita inesperada: un camión cisterna de la contrata de limpieza baldeaba la acera y limpiaba los contenedores. La sorpresa de los vecinos no es infundada. “Las cubas hace casi tres años que dejaron de salir. Desde que empezaron los recortes”, recordaba el empleado sin dejar de caminar ni un momento. “Y ya hacía falta baldear”. Preguntado por la continuidad de la medida, el hombre decía confiar poco en que el baldeo haya venido para quedarse.

No es el único caso. En Ciutat Vella, una ciclista se dio cuenta del regreso de los baldeos a la zona de la forma más casual. “No me di cuenta en el momento pero cuando llegué al trabajo llevaba mojada la bandolera que llevo a la espalda porque mi bici no tiene guardabarros y las ruedas me salpican de agua. Hacía tiempo que no recordaba algo así”, comenta. Los vecinos de Patraix también han visto los camiones cuba con más asiduidad por sus calles. Las áreas donde hay mercado o el centro de la capital, el más transitado por los turistas, se han seguido limpiando con agua por pura lógica, pero otras áreas de la ciudad, no.

“A raíz de las críticas que han salido en la prensa y después de las llamadas ciudadanas por los malos olores, el Ayuntamiento de Valencia ordenó a las empresas que empezaran con el baldeo”, explica Francisco Caballero, responsable de Administración Local y Servicios a la Comunidad de UGT. De hecho, en el Informe de Sugerencias, Quejas y Reclamaciones de 2013 –el último disponible-, el número de reclamaciones por el servicio de limpieza, que se recibieron a través de la web municipal, ascendía a 821 quejas. La falta de lluvias en este año y el intenso calor han agravado más si cabe la situación. En algunos rincones de la ciudad el olor a basura y a orines es insoportable.

La reanudación de los baldeos llega después de tres años de severos recortes en el presupuesto de limpieza y a ocho meses de las elecciones locales de 2015. El gasto en la limpieza de este año está prácticamente congelado desde el descenso de 2012. El presupuesto que el Gobierno de la popular Rita Barberá dedicó aquel año a limpiar la vía pública apenas rozó los 54 millones de euros cuando en 2011 el gasto fue de 60 millones de euros. El descenso fue del 10%. Las empresas que gestionan las tres contratas de limpieza –FCC, SAV y Secopsa- calcularon para 2012 que los servicios necesarios requerirían un gasto cercano a los 78 millones de euros.

Caballero explica que esta petición municipal se satisface “en detrimento de otros servicios” ya que, al no disponerse de una mayor dotación presupuestaria, lo que han hecho las empresas (inmersas en procesos reducción de plantilla) es “modificar otros servicios para poder cubrir este”. UGT explica que, pese al aumento del IVA en un 2%, entre 2012 y 2013 el presupuesto de limpieza no aumentó. Asumir el impuesto, según explica el sindicato, ha hecho que las empresas recorten personal y distribuyan las vacaciones durante todo el año para no tener que reforzar el servicio en verano.

Otras fuentes, vinculadas a las contratas, coinciden en que los baldeos se han intensificado a la vuelta de vacaciones, con una peculiaridad añadida y es que antes de hacían de noche –para evitar las complicaciones del tráfico diurno- y ahora muchos de ellos se hacen de día, de ahí que muchos vecinos tengan la percepción de que el servicio se ha normalizado después de años de ausencia.

Desde la Concejalía responsable, que dirige Maria Àngels Ramon-Llin, apuntan que los baldeos que se están haciendo son los programados.