“Es imposible gobernar con el PSOE”
Yolanda Díaz confía en que el frente con Podemos y las mareas saldrá adelante "Los burócratas de partido estorban", advierte
A Yolanda Díaz (Fene, 1971) no le asustan las encuestas que apuntan a que Podemos le está comiendo terreno a Izquierda Unida (IU) entre el electorado indignado. Saborea el momento como una “oportunidad histórica” para tumbar al “bipartidismo corrupto”. Los “burócratas de partido”, insiste, deben echarse a un lado.
Pregunta. Hace dos años EU era percibida en Galicia como un partido virgen, sin pasado. ¿Amenazan Podemos y las mareas ciudadanas esa imagen tan valorada hoy en día?
Respuesta. No, al revés. Podemos, más que las mareas que acaban de nacer, es una auténtica oportunidad para cambiar la situación política. Cometen un error quienes piensen que es una amenaza. Estamos en un proceso de convulsión social, lo importante es cambiar la realidad. Si no acertamos en este contexto, perderemos una oportunidad histórica para que dejen de gobernar los sinvergüenzas que lo hacen ahora. Y no hablo solo del régimen bipartidista, también del Ibex 35 y de las grandes multinacionales que no se presentan a las elecciones. No trabajo por las marcas, sino por los procesos sociales.
P. ¿Peca Podemos de indefinición ideológica?
R. En absoluto. El régimen está atemorizado porque por primera vez desde la II República la mayoría social puede tumbar el sistema y por eso acusa a Podemos de populismo. Podemos acaba de empezar y hay que darle tiempo.
P. Pero es que esa crítica también viene desde la izquierda.
R. Sí, pero no la comparto. En ese debate sobre si los ejes de transformación son la izquierda, la derecha o las mayorías sociales, creo que hay que hacer una síntesis. El eje del debate está en la izquierda y la derecha, efectivamente, si no fuera así estaríamos negando la explotación de clase, pero también creo que la excepcionalidad histórica en la que estamos nos obliga a poner el foco en la mayoría social. Las clases medias sufren también las consecuencias de las políticas del régimen y lo mismo se puede decir de los pequeños empresarios y los autónomos. Se está gobernando para una oligarquía financiera que nos está robando todo.
P. Y tras una victoria electoral, ¿cree que se debe mantener el foco en la mayoría social o en el eje izquierda-derecha?
R. Es todo uno. Hay que hacer procesos de toma de conciencia. Todos están siendo explotados. Las condiciones laborales de un abogado son ahora también terribles. Hay que hacer mucha pedagogía y gobernar para esa mayoría social, con un sistema tributario justo, servicios públicos de calidad que creen empleo, acceso a la cultura, puestos de trabajo dignos… Y hay que recobrar la democracia, la de España es solo formal. La real exige una participación activa y crítica de la ciudadanía en la res pública. Y la ciudadanía está demostrando que tiene sed de participar en lo público.
P. ¿Cómo le gustaría que cristalizaran los contactos entre EU, las mareas y Podemos?
R. Me gustaría que resurgiera la ciudadanía, que el protagonismo fuera de la gente del común.
P. ¿Pero con qué fórmula electoral concreta?
R. Eso me preocupa poco. Las cuestiones burocráticas se arreglan. Cuando esté todo claro, se sientan tres personas en un despacho y deciden la financiación, la comunicación…
P. ¿Y qué es ese “todo” que tiene que estar claro?
R. Tiene que ser la ciudadanía la que nos diga lo que quiere. Las organizaciones políticas tenemos que ser facilitadoras y hacerlo con generosidad.
P. Quedan solo ocho meses…
R. AGE supuso formar una coalición entre federalistas, nacionalistas e independentistas en un tiempo récord.
P. Pero lo que está en marcha ahora es más complejo.
R. Sí, pero tenemos a mucha gente trabajando en muchos sitios. Hay que tener voluntad política para darle el protagonismo a la ciudadanía y tumbar este régimen y desde EU la tenemos.
P. ¿La inconcreción y lentitud de la convergencia puede espantar al electorado indignado?
R. Todo lo contrario. La ciudadanía quiere que dejemos de elegir a los candidatables en un despacho. Quiere poder decidir aunque sea más lento y complejo. Quiere interlocución con sus representantes, saber lo que hacen. ¿Es más fácil elegir las candidaturas en una asamblea de IU a puerta cerrada o con simpatizantes? Sí, pero esto otro es maravilloso.
P. ¿Cedería EU cabeceras de cartel en las municipales?
R. Lo hacemos desde hace tiempo. Yo fui elegida por mi partido como número uno por A Coruña [para las elecciones autonómicas de 2012] y cedí mi puesto a Xosé Manuel Beiras. Los burócratas de partido estorban en este proceso. Vengo del partido comunista y estamos hartos de hacer candidaturas de unidad popular. Lo importante no es quién encabeza la candidatura sino el programa de mínimos. Hay que estar a la altura de las circunstancias y quien no quiera hacer las cosas así tiene que tener la generosidad de ponerse a un lado.
P. ¿Ve viable conquistar la Xunta sin el PSdeG?
R. El PSOE es un partido del régimen. Podría rectificar sus políticas pero creo que no lo va a hacer porque está demasiado atado, forma parte del régimen económico del Ibex-35. Y el PSdeG es una herramienta más del PSOE. Y sí que es viable.
P. El PSdeG era el mismo cuando usted gobernó con ellos el Ayuntamiento de Ferrol.
R. Duramos 15 meses y rompimos el acuerdo. Por eso quizás tengo claro, porque lo vi directamente, que con ellos es imposible [gobernar]. Las bases del PSOE son de izquierdas pero su cúpula es del régimen. Ahora gobernamos la Junta de Andalucía con ellos y no veo adecuada esa decisión. Yo hubiera votado sí a la investidura de Susana Díaz como presidenta pero después me hubiera pasado a la oposición. La historia por la izquierda se va a escribir sin el PSOE.
P. ¿Hay vieja política en IU?
R. Sí, claro. El pacto de la Transición española está en su punto final y también ciertos resortes que están en las organizaciones y que tienen causa en ese pacto. Los mayores fueron educados en el carrillismo y esa educación pervive en muchas de nuestras personas. Pero las tesis políticas de IU y EU llevan hablando desde hace mucho tiempo del proceso constituyente y de la convergencia. El viernes pasado hubo una reunión de coordinadores de todo el Estado y todas las intervenciones excepto tres tenían claro que la hoja de ruta es la que estamos esbozando. Hay unidad en eso.
P. ¿Y no hay resistencias de la vieja política?
R. No. Hay individualidades que son más reticentes a los cambios pero son una absoluta minoría. Y yo lo entiendo.
P. ¿Está satisfecha de la experiencia de AGE tras estos dos convulsos años?
R. Sí, el otro día lo hablaba con Xosé Manuel [Beiras]. No daban un duro por nosotros. Somos un solo grupo parlamentario, en otros hay subgrupos. Es una experiencia maravillosa pero en este contexto la tenemos que mejorar con todos los fenómenos que están surgiendo y con las necesidades que hay ahí fuera.
P. ¿Sigue encerrada AGE en el Parlamento?
R. No, hoy mismo estábamos todos los diputados trabajando fuera y ya tenemos una gira de actos en la calle hasta diciembre.
P. ¿Cómo va a influir la reducción de la actividad de Beiras?
R. Estos días estoy haciendo una comparativa de Beiras y Julio Anguita porque los conozco a los dos. Y creo que eso es imposible: los dos morirán con las botas puestas. Anguita sufrió en agosto otro achaque cardiaco y no hay manera [de que pare]. Son dos animales políticos.
P. Si Beiras se fuera, ¿supondría el fin de la coalición?
R. No se va a dar eso. Beiras hará política, igual que Anguita, hasta su último día.
P. ¿Es “tonto útil” un concepto marxista como alegó Feijóo cuando llamó así al portavoz del BNG?
R. Los asesores del presidente tienen que atinar más y Feijóo tiene que leer más. Es una indecencia lo que hace.
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