Caballero y Louzán pactan financiar a medias la renovación de Balaídos
Ayuntamiento y Diputación aportarán un máximo de 15 millones para remodelar el estadio
Cinco años después de su última reunión, el presidente de la Diputación de Pontevedra y el alcalde de la mayor ciudad de la provincia volvieron a sentarse a una misma mesa. El fútbol obró el milagro de apaciguar los ánimos en la guerra política abierta en 2007 entre el popular Rafael Louzán y el socialista Abel Caballero, que ayer se reunieron para acordar la reforma integral del estadio vigués de Balaídos, a la que aportarán una cantidad similar.
El consenso entre Caballero y Louzán está lejos del esquema seguido para la reforma del estadio de Pasarón, en Pontevedra, propuesto por el alcalde de Vigo, en el que el organismo provincial soportó el 55% del presupuesto. Louzán señaló que las circunstancias son “distintas”, por lo que la implicación será “la razonable” para la “coyuntura actual”. El alcalde ya había avanzado que aceptaría los fondos de la Diputación aunque significara un porcentaje menor al que demandaba.
La reunión se celebró en el despacho del alcalde, en un ambiente de relativo deshielo de las relaciones entre ambos representantes institucionales, favorecido por el apoyo del PP de Vigo, en la oposición, a los presupuestos para 2014 del gobierno en minoría del PSOE. El acercamiento es en todo caso mínimo y se circunscribe a Balaídos, ya que en las últimas semanas ha continuado el cruce de acusaciones entre ambos de “deslealtad” y “caciquismo”. Así, el alcalde interpretó el gesto de Louzán como una “rectificación” a su supuesto rechazo a invertir en la ciudad. Ambos marcaron distancias al comparecer por separado ante los periodistas y resaltar lo trabajoso que resultó el acuerdo. Aunque el presupuesto total asciende a 30 millones, la aportación de ambas instituciones será menor a 15 millones, ya que el Ayuntamiento espera implicar a más actores en la operación. Además del Celta, que juega sus partidos en Balaídos y ya confirmó su aportación, se invitará a la Xunta y a la Zona Franca a participar en la financiación.
La Xunta es la única administración que aún no ha contestado a la invitación de Caballero a implicarse en el proyecto, en tanto que el alcalde y la delegada del Estado para Zona Franca, Teresa Pedrosa, se reunirán la próxima semana para estudiar la propuesta. El Celta, por su parte, aportará una cantidad próxima a dos millones de euros. Cuando se cierre el reparto pormenorizado de la financiación, el acuerdo se concretará en un convenio. La Junta Local del Ayuntamiento ya ha aprobado una primera partida de 1,3 millones, y la Diputación consignará esa misma cantidad antes de que acabe el año, lo que permitirá el inicio de las obras en unos meses. Asimismo, el Ayuntamiento movilizará otros cuatro millones a principios de 2015, una aportación que se corresponderá con otra similar de la entidad presidida por Louzán. El alcalde aseguró que existen “recursos suficientes” para afrontar unas obras que consideró ya “imparables”.
La reforma será la primera que se realice en Balaídos desde la que se acometió con motivo del Mundial de 1982. La grada de Río, que se construyó de nuevo en esa ocasión, es una de la que más problemas acusa, incluidos desprendimientos de cascotes que han puesto en cuestión la seguridad en el estadio, y será la primera que se reforme. A continuación se acometerá el resto, y Louzán deslizó que una de ellas llevará el nombre de Diputación. El plazo de ejecución está previsto en dos años y medio. El aforo aumentará en unos 1.000 espectadores. En los últimos 15 años, Celta y Ayuntamiento se implicaron en sucesivos intentos fallidos de renovación de Balaídos, incluidos dos proyectos para construir un nuevo estadio en distintos emplazamientos.
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