Fresca protesta contra clases sofocantes

Unos 2.000 estudiantes de secundaria se han concentrado esta mañana en la sede central de la Consejería de Educación para reclamar que "se suspendan las clases hasta que las temperaturas del aula no sobrepasen lo legal". Así lo recogía la instancia que muchos de estos estudiantes han entregado en el registro de entrada de la consejería, a pesar de estar fuertemente custodiada la entrada por efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), que han permitido el paso de una representación de media docena de alumnos y padres del Instituto de Educación Secundaria (IES) Tavernes Blanques, en la población valenciana del mismo nombre.

Los manifestantes procedían de centros públicos y concertados. Entre los primeros, varios IES de Valencia como el Sant Vicent Ferrer, Misericordia, Ramon Llull, Lluís Vives, El Carmen, Sant Vicent Ferrer, asi como de poblaciones próximas: Picanya, Tavernes Blanques, Paiporta o Benetússer. Entre los segundos, Nuestra Señora de Fátima, San Juan Bosco, Teatinas o Comenius, todos ellos de Valencia.

Apenas había en las pancartas, carteles y pegatinas consignas ni eslóganes establecidos. "A ells se la suda, nosaltres sudem", "Com volen bones notes si amb aquesta calor ens tornem idiotes" (cómo quieren buenas notas si con este calor nos vuelven idiotas), "Mi cerebro se derrite" eran algunas de las proclamas que se leían o escuchaban. Una estudiante llevaba un cartel con un menú económico: Primer plato a elegir entre "xiquet/es fregits o torrats" (niños fritos o asados), segundo, "pares i mares calents d'orella" (padres y madres, con la orejas calientes); postre, "professors flambejats" (profesores flambeados).

Una de las manifestantes, Lara Trailles Cebrián, que estudia primero de Bachillerato en el  (IES) de Tavernes Blanques y ha leído por megafonía un manifiesto ha explicado la génesis de la protesta desde la espontaneidad estudiantil, en buena medida vehiculizada a través de WhatsApp y las redes sociales. Su instituto fue uno de los que ayer, con los picos de temperatura récord alcanzados en la Comunidad Valenciana, se incorporó a las movilizaciones y al abandono de las aulas.

"El calor se suma a lo que hemos estado aguantando durante mucho tiempo", explicaba esta líder estudiantil en ciernes. Las instancias presentadas ante la Administración, de la cual el instituto de Tavernes Blanques había proporcionado una buena parte, incluían la petición de que "desde la Consejería se adecúen los centros para garantizar unas temperaturas soportables y legales (27º) y, por último, que se recupere el calendario de los cursos anteriores".

En la concentración había padres y hasta abuelas. Borja, padre de una joven del IES El Carmen, acompañaba a su hija en la manifestación, pero recordaba que los problemas se han dado también en muchos colegios y que su hija pequeña, que iba al colegio Santa Teresa, no había asistido a clase los últimos cinco días.

Las temperaturas alcanzaron este viernes una máxima de 37,6 grados en el observatorio del aeropuerto de Manises. Este fue el valor más alto de Europa en la jornada de ayer según la Agencia Estatal de Meteorología.

Durante la concentración en la sede de Educación, cuatro alumnos  y dos padres de alumnos del IES Tavernes Blanques han sido recibidos por el secretario autonómico de Educación y Formación, Manuel Tomás, y el subsecretario de la Conselleria, Jesús Carbonell: Ambos han insistido en que no es proporcionado suspender las clases al no existir "ninguna alerta ni situación de emergencia" por elevadas temperaturas, según un comunicado de la Consejería de Educación.

Mientras tanto, un numeroso grupo de estudiantes trasladó su protesta a la plaza del Ayuntamiento.