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POP | Graham Parker
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La historia en precario

El londinense exhibe la vigencia de su gran repertorio, pese a que el formato a dúo se queda a todas luces pequeño

No cabe duda: Graham Parker tuvo mala suerte con la competencia. De aquella santísima (o licenciosísima) trinidad de la new wave, que integraba junto a Elvis Costello y Nick Lowe, puede que se llevara la peor parte. Le sobran repertorio y talento, como se encargó ayer de avalar en la sala Arena, pero el gafotas Costello resultó ser más pintoresco, mejor compositor y hasta más vitriólico. Por eso el repaso de algunos títulos memorables dejó un sabor agridulce: su presente formulación como dúo es manifiestamente exigua, por más que el escudero sea el eminente guitarrista original de los Rumour, Brinsley Schwarz.

Parker desgranó un racimo de títulos (Stick to me, Under the mask of happiness) con espacio propio en la historia de la música popular. Ahí estaban White honey y sus ecos de soul blanco, como nacido en las tierras prometidas de Van Morrison; Love gets you twisted y esa excelencia homologable a Little triggers, de Costello; el homenaje a The Trammps con Hold back the night, un You can’t bee too strong de ecos springsteenianos, solo con la guitarra acústica. Pero resultaba difícil eludir la sensación de precariedad, de insuficiencia. El hombre y sus circunstancias merecerían más que esa sala claustrofóbica en la planta baja, porque no se habilitó la superior. O que una línea de sonido que chisporroteaba cada vez que enchufó su eléctrica.

El londinense conserva las esencias, de eso no hay duda. Cerca ya de los 64 otoños, la voz rezuma el sarcasmo necesario, las gafas oscuras siguen refulgiendo al contacto con los focos y solo ha desaparecido el antaño ondulado cuero cabelludo. Pervive, sobre todo, la pasión: esa que le permite hablar con orgullo de tiempos pasados (“esta os la tocamos en Madrid durante la gira de 1988”, exclamó antes de Blue highway) y no bajarle un centímetro la mirada al futuro. “Sois gente inteligente; de lo contrario, no estaríais aquí”, alabó a la audiencia antes de suministrar Flying to London, prometedor avance de su álbum para 2015.

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