El Liceo saldrá más de La Rambla

La orquesta y el coro del Liceo de Barcelona quieren celebrar los 15 años de su reapertura tras el incendio con más presencia en la calle. Como una forma de agradecer a la ciudadanía el esfuerzo conjunto que se hizo para rehacer el teatro, devastado por el incendio que lo redujo a la nada el 31 de enero de 1994. Una destrucción que se recuerda en un video que ha realizado el teatro para celebrar su reapertura, el 7 de octubre de 1999.

El primero de los conciertos -gratuito- será dentro del marco de las fiestas de la Mercè de este año, en la avenida de la Catedral el mismo día de la patrona, 24 de septiembre. Y el segundo será el 2 de noviembre en la Basílica de Santa Maria del Pi. En esa ocasión será solo el coro, bajo la dirección de Peter Burian, el que ofrecerá un recital que está dirigido especialmente a los vecinos de Ciutat Vella que fueron los que sufrieron más todo el impacto de la reconstrucción del teatro. Algunos de forma directísima, ya que resultaron afectados por los derribos de varios inmuebles para ganar espacio para el nuevo coliseo. Y muchos más en su vida cotidiana porque las obras y el ir y venir de camiones y todo tipo de maquinaria tuvieron un impacto que se prolongó durante años.

Los fondos que se recauden en ese concierto se destinarán a la reconstrucción del teatro infantil que hay en la basílica, según explicó el director general del Liceo, Roger Guasch el pasado jueves en un acto de celebración de los 15 años de la reapertura. Para Guasch, al Liceo le iría muy bien que la sociedad recuperara el espíritu de Tots som Liceo y que fue el motor de su reapertura. Un acercamiento al ciudadano que también tiene una segunda lectura que reconocen los propios responsables del teatro: la necesidad de conectar más con la gente para que el Liceo sea más conocido fuera de los círculos y público habitual de la ópera.

Una estrategia que tiene mucho que ver con la realidad económica del teatro, en pleno plan de viabilidad que ha pasado por la negociación de la deuda con las entidades financieras que ascendía a 15,7 millones de euros y por el compromiso con las administraciones consorciadas -la central, Generalitat, Ayuntamiento y Diputación - de una aportación extraordinaria que iba a ir directamente a enjugar el déficit de tesorería. Esa aportación conjunta era de 11.095.000 millones de euros. De los que un 45% - 4.993.000 millones- deben ser aportados por el Gobierno central, otros 4.438.000 millones por la Generalitat (un 40%), el Ayuntamiento de Barcelona debe sufragar un 10% -1.110.000 euros- y, por último, 555.000 euros a cargo de la Diputación de Barcelona. Todas las administraciones se comprometieron a aportar las cantidades de forma aplazada aunque cada una de diferente forma. Y ese compromiso, según fuentes del Liceo, se está respetando. Aunque la situación sigue siendo "ajustada" en palabras de Joaquim Molins, presidente honorífico del Liceo, el panorama ya no es tan negro.

La relativa calma social con los trabajadores del teatro, después de 22 despidos de primeros de año, y, sobre todo, el nombramiento de la directora artística Christina Scheppelmann, que se incorporará de forma estable al Liceo en enero de 2015, ha contribuido a tranquilizar los tiempos revueltos. Leticia Martin es la última incorporación a la dirección artística, como adjunta a Scheppelmann, con lo que el organigrama ya está completado. Una de las ideas de Scheppelmann es que el Liceo promueva de forma directa la búsqueda de nuevos talentos de ópera. Una iniciativa que tomará forma el 19 de abril del año próximo en forma de una gala internacional con el nombre de “Nuevos valores, nuevas voces”.