Una bomba rítmica en los tablaos
Nos toca a nosotros, a todos, afianzar este legado, dándole el reconocimiento y el valor que se merece
Hoy es un día de luto para la música popular de nuestro país. Peret nos ha dejado. Su marcha se siente por todos lados, porque su arte es universal, no entiende de clases sociales, ni de edades, ni de filiaciones políticas. Su rumba catalana nos animó en tiempos difíciles, y siguió aliñando tiempos mejores. Se nos ha ido un artista transversal, producto y protagonista de nuestro siglo XX. Tras de sí deja un imponderable legado de canciones memorables, adaptaciones únicas y éxitos sin precedentes como Borriquito, El muerto vivo o Gitana hechicera.
Su traspaso debería servirnos de punto de inflexión. Siempre he sostenido que su trabajo no había sido suficientemente valorado. En la alegría y el humor de sus canciones muchos veían banalidad e incluso connivencia; como si pasarlo bien y desahogarse fuera objeto de sospecha. Pero la cultura popular se nutre de aportaciones como la suya. Este gitano catalán de familia distinguida, criado en la venta ambulante, pronto destacó como guitarrista, cantante, y sobre todo artista. Y fue capaz de lanzar al mundo una de las creaciones musicales más originales que han salido recientemente de nuestras tierras: la rumba catalana. Un cóctel musical de influencias variopintas que nos lleva de la profunda Barcelona a las islas de ultramar, y se deja acariciar por los aires flamencos y mediterráneos. Una bomba rítmica que revolucionó tablaos, pistas de baile y discotecas, y que hoy continúa haciendo estragos entre las generaciones jóvenes.
Cuando en 2009 fundamos la entidad Foment de la Rumba Catalana (Forcat), bajo su presidencia honorífica, nos encontrábamos ante un legado musical por todos conocido, pero por pocos reconocido. Se trataba, pues, de unir esfuerzos para poner en valor un patrimonio que Peret y muchos otros artistas habían estado construyendo desde los años sesenta. Y podemos decir que hemos hecho pasos en esta dirección, muchos gracias a él. Hoy incontables plumas lloran su pérdida, como incontables cuerpos han bailado a su ritmo. Nosotros lloramos la marcha de un referente, de un padrino. Pero nos convendría también sopesar lo que nos deja: sus canciones y su sonrisa, su ventilador y su vitalidad, su profesionalidad y su fuerza. La música perdura mientras siga sonando, y el artista perdura mientras siga haciendo escuela. De ello ya se encargó él mismo; pero nos toca a nosotros, a todos, afianzar este legado, dándole el reconocimiento y el valor que se merece. Como Peret hay pocos.
Txarly Brown (Carles Closa), presidente de Foment de la Rumba Catalana (Forcat).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Muere el empresario Carles Vilarrubí, pilar de la creación de Catalunya Ràdio y exvicepresidente del Barça, a los 71 años
Brigitte Bardot, una vida en imágenes
Las familias de los cuatro desaparecidos en Indonesia piden mantener la búsqueda hasta hallarlos
Muere la actriz Brigitte Bardot, musa del cine francés y controvertida activista, a los 91 años
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo




























































