De mareas y mayorías
Las plataformas ciudadanas se extienden por las urbes gallegas, aunque admiten que no saben si tendrán apoyos para acudir a las elecciones municipales
“¿Qué pasa en este barrio?”, se pregunta retóricamente el señor mayor que tiene el micrófono. “¡Que no hay huevos!”, se oye de fondo una respuesta que es algo más que un chascarrillo. El que está en el uso de la palabra se contesta a sí mismo y se lamenta de que el pequeño parque del barrio se haya cerrado para construir un aparcamiento, cuando el que ya hay está vacío. El que lo sucede en el micro, pese a que tiene un tercio de sus años, hace un ejercicio de nostalgia: “Esta calle se peatonalizó gracias a la presión de los vecinos. Ahora tenemos que reclamar que San Pedro de Visma, donde todavía se labra la tierra y se crían animales, sea un parque natural rural, no terreno para la especulación”, finaliza entre los aplausos de cerca de dos centenares de personas.
El barrio es el Agra do Orzán, en A Coruña, que creció en el desarrollismo de los años sesenta y setenta, sobre todo con emigrantes de Bergantiños y Costa da Morte, y ahora recibe a los subsaharianos. En total, cerca de 50.000 vecinos de una ciudad de 256.000. Y es la primera “marea de los barrios” de la Marea Atlántica coruñesa, el primero de los movimientos que en Galicia siguió la estela del Guanyem barcelonés. Un proceso de confluencia entre movimientos sociales, políticos y de otro tipo para, en sus propias palabras, “construir un espacio liberado de las cadenas de la vieja política, basado en el protagonismo de la gente”, según reza el manifiesto fundacional, suscrito por 99 personas (“representamos al 99% de la población”) y que en la actualidad suman unas 1.600.
“No tengo intención de piloto ni de copiloto. Sí pienso que es necesario crear un medio ambiente político diferente, en el que no haya corrupción, ni conformismo”, dice el más conocido de los 99, el escritor Manuel Rivas. El ambiente político es tan diferente del habitual que resulta difícil arrancarle a una de las portavoces, Antía Pérez Caramés, una definición ideológica, a pesar de que es profesora de sociología en la Universidad coruñesa (o quizá por ello). “El mínimo común denominador es el manifiesto [“sabemos que este sistema no deja de crear injusticia y desigualdad”] y la defensa de las personas de abajo. Esto tiene una vocación ciudadana, de ciudad, y no vienen a cuento debates de ideología macro como si somos anticapitalistas o no”. Lo que sí es cierto, dice Antía, es que “PP y PSOE se miraron en el manifiesto y no se reconocieron”
“Yo soy muy escéptico, y algo partidario del centralismo. Esto dependerá del empuje de la gente y de que no se presenten los demás partidos”, dice uno de los que miran la marea del Agra, Pepe, un funcionario de justicia de unos 50 años. Por el contrario, a Elena, una economista que no llega a los 30, “la autoorganización, el funcionamiento horizontal” es lo que más le seduce. La Marea Atlántica coruñesa está haciendo lo que denomina “un protocolo de relación” con partidos y organizaciones sociales, pero niega que pretenda constituir un frente de partidos.
Las organizaciones del ámbito de AGE ya han manifestado su apoyo total (el resumen del encuentro con EU se puede ver en la web), hay militantes del BNG y Podemos a título individual, y la organización coruñesa de Compromiso por Galicia (CxG), está de acuerdo “en que es necesario un mecanismo ciudadano abierto y no un pacto de cúpulas, para poder incorporar a sectores menos ideologizados que no tienen nada que agradecer al vazquismo o al posvazquismo”, según su secretario local, Xoán Antón Pérez-Lema. “Es cierto que con una organización abierta hay un riesgo de que haya paracaidistas de organizaciones, pero todavía no decidimos presentarnos, solo lo haremos si hay apoyos, y este tipo de maniobras se verían desbordadas porque hay mucha gente harta de que la mangoneen”, dice Antía Pérez Caramés, a la vez que rechaza “por fácil” cualquier comparación con Podemos.
En la Marea de Vigo, que se reconoce inspirada en la de A Coruña y nació con 72 firmas (por la huelga general de 1972), y ahora suma más de 400, no tienen tanta reticencia a las organizaciones, partidistas o no. “La idea es apoyar cualquier candidatura popular, concurrir dentro de un frente de izquierdas, con Anova, AGE, EU, sectores de CIG, BNG, y otros colectivos, la gente que firma el manifiesto Somos Maioría, Podemos… Pero será en la primera marea donde se decidirá cómo se hará, con listas abiertas, con qué programa…”, dice uno de sus portavoces, Fran Riveiro. El del Círculo de Podemos-Vigo, Óscar González, señala que el contacto mantenido es un correo electrónico invitándolos a sumarse al manifiesto, y que algunos de sus integrantes han firmado (hay, sin embargo, una página de Facebook Marea de Vigo Podemos). Como todos los Círculos, remite la decisión de participar o no en las municipales a la asamblea de Podemos en octubre, “aunque en Vigo se hará lo que acordemos en Vigo”.
Ourense en Común, que saldrá a la luz con su manifiesto y sus firmas el 1 de septiembre, sigue también la estela de la Marea Atlántica y, según David Huesi, que no se reconoce todavía como portavoz, “si no hay apoyos suficientes, no habrá candidatura, pero por lo menos se intentará”. No parece ser que vaya a ser la última marea en subir.
En busca de la unidad perdida
Además de la corrupción y el conformismo, la otra C que critica Manuel Rivas es el cainismo, la enfermedad tradicional de la izquierda y del nacionalismo. Además de las mareas, en principio apartidarias, hay iniciativas como Somos Maioría, dada a conocer con un manifiesto suscrito en principio por 50 personas (la mayoría del sector de la cultura, como Rivas, también firmante de este), que en la actualidad superan el millar. Somos Maioría quieren promover candidaturas unitarias, “a partir del protagonismo directo de la ciudadanía”. “No se trata de anular a los partidos, pero creemos que hay que elegir a los candidatos desde abajo”, dice el actor Miguel Pernas, uno de sus portavoces. Para ello, los firmantes se autoconvocan en cada una de las localidades, explica Pernas, que en A Coruña se confiesa partidario de Marea Atlántica y propone Mareas de Somos Maioría como nombre común para sumar en la composición de las diputaciones.
El manifiesto apuesta por “agrupar a la inmensa mayoría de las personas y organizaciones comprometidas con la defensa de la mayoría social y con el derecho a decidir de Galicia”, que vienen a ser las que integran BNG, Anova (los dos sectores), EU y asociados en AGE. “Anova está volcada en todos los procesos, tanto si los protagonizan los movimientos sociales, como en A Coruña, como si son los partidos, como en Vigo, mientras en las villas tiene más protagonismo Somos Maioría”, apunta Martiño Noriega, alcalde de Teo y coordinador de Anova. “Espero que salga algo nuevo, como en su día el Frente Popular, con EU, Espazo Ecosocialista... También tendrá que estar el BNG, si no formalmente sí sectores suyos, porque es importante. Quizás sea una mutación ampliada de lo que fue AGE. Todo está muy abierto, y lo que hoy es nuevo, mañana será viejo, pero el proceso es ese, y si no estás ahí, te quedas fuera”.
“Nosotros hemos formulado un proceso de asambleas abiertas en todos los ayuntamientos para discutir alrededor de un proyecto que, sobre una base nacionalista y de izquierdas, acoja a gente que no se defina como tal”, señala el portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, que considera que hay puntos de encuentro “entre todos los que queremos una alternativa a la troika y los recortes neoliberales”. Lo que Vence no tiene tan claro es que esa respuesta “pueda ser con candidaturas y siglas locales, porque el refuerzo de las diputaciones que ha hecho el PP y la que pretende hacer de la ley electoral exigen una candidatura común en toda Galicia”.
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