Los bomberos, siempre fieles a la Paloma
Un piquete baja el cuadro de la Virgen ante el fervor popular y los aplausos cerrados de los asistentes a la misa
El sargento Vicente Soler González, con 35 años en el cuerpo, cumplió ayer con la tradición de todos los 15 de agosto. En medio de vivas y de cerrados aplauso, justo cuando el reloj marcaba las 14.35 empezó a bajar el cuadro de la Virgen de la Paloma. Le ayudaron una decena de compañeros para poder descender la imagen de la santa.
“Ha sido muy emocionante y casi no se puede explicar con palabras. He intentado calmarme y hacer tranquilo porque era un momento muy importante”, relataba este hijo y hermano de bomberos. Esta era la última oportunidad que tenía de bajar la virgen ya que en menos de un año se jubila. A sus espaldas lleva el haber participado en los incendios de los Almacenes Arias, en la calle de Montera, el 5 de septiembre de 1987 en el que murieron diez bomberos.
El cuadro quedó expuesto en un atril por el que pasaron las decenas y decenas de madrileños que acudieron a la misa. Por la tarde salió en procesión.
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