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El ‘finde’ por delante

Un violín entre la apoteosis castiza

Madrid puede disfrutar del violinista Casey Driessen y el saxofonista Benny Golson

El violinista estadounidense Casey Driessen.
El violinista estadounidense Casey Driessen.

A Loquillo no hay quien le tumbe, no solo por su tamaño, sino por sus convicciones. Podrá gustar más o menos lo que hace, y sentirse apabullado por su pose sobrada y arrogante, pero lo cierto es que pocos artistas creen tanto en sí mismos como el rockero de Barcelona de eterno tupé. Eso es lo que le ha valido para mantenerse bien tanto tiempo, a pesar de sus limitaciones musicales.

En su cuarta década de carrera, Loquillo no ha renunciado al rock and roll de sus orígenes y pertenece a esa casta ya inamovible, pasen los años que pasen y lleguen generaciones nuevas que lleguen. Este mes se ha tomado muy en serio (o le han tomado muy en serio en) las verbenas populares de Madrid y su provincia. Ha estado en las de Pinto, se le verá en las de Alcalá de Henares y este domingo clausura las de la Paloma con una actuación estelar en los jardines de Las Vistillas, emblema del casticismo.

Pero antes que él, en el mismo escenario pasará hoy Rosa, la primera ganadora de Operación triunfo; y mañana sábado, La Banda del Capitán Canalla, que han hecho del fútbol el principal argumento de su música gamberra, o, al menos, por el que se les ha conocido. Ahí quedará su A por ellos, que parece haber gafado a La Roja en el mundial de Brasil. Otra triunfita, Chenoa, estará hoy cumpliendo con la virgen patrona de Leganés, que vive su fiesta mayor también con apuestas de poco riesgo como Modestia Aparte o Seguridad Social.

Pero hablando ya de música con sentido y rigor, podría decirse que con mayúsculas, Madrid puede disfrutar de dos artistas de peso y prestigio reconocido, un alivio en estos días de fiesta verbenera y escasez de estímulos. Por un lado, el violinista Casey Driessen; y, por otro, el saxofonista Benny Golson. Driessen es un caso excepcional. Todavía no ha cumplido ni los 40 y es un referente del violín desde hace mucho tiempo, sobre todo desde que adquirió más fama al participar en la banda sonora del biopic de Johnny Cash, Walk the line. Un friki que hace con ese instrumento lo que nadie se atreve. Lo toca como guitarra, bajo, juega con sus cuerdas y arco y lo convierte en un juguete divertido, pero generando arte al mismo tiempo. Este inusual artista estadounidense puede hacer folk, bluegrass y cantar, y se le disputan artistas de la talla de Bela Fleck, Stve Earley o Tim O’Brien, tanto para sus discos como para sus giras. Hoy está en solitario.

Al aire libre, pero sin sabor verbenero, Alborotador Gomasio hará valer mañana ese mejunje musical que les emparenta lo mismo con Sonic Youth como con Antonio Vega. Formado en Madrid hace cuatro años, el grupo se presentó como abanderado antiindie por su participación en el colectivo Aplasta tus Gafas de Pasta. Ahora defienden su disco Más humillante que horroroso, plagado de guitarras furiosas, rápidas y contundentes para ese concepto que ellos representan de juventud crónica, acuñado en los últimos años.

VIERNES: Casey Driessen, Populart (Huertas, 22), 22.00 y 23.15. Gratis. SÁBADO: Alborotador Gomasio, Terraza El Matadero (Paseo de la Chopera, 10), 22.00. Gratis. Fiestas de la Paloma: Rosa (hoy), La Banda del Capitán Canalla (día 16); y Loquillo (día 17). Jardines de Las Vistillas (Beatriz Galindo, s/n), 23.30. Gratis. Fiestas Nuestra Señora de Butarque: Chenoa (hoy, 00.30) y Modestia Aparte (día 16, 23.00), Recinto Ferial. Gratis.

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