Incierto futuro de la piscina decana

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este miércoles el concurso de acreedores de las tres empresas encargadas de la gestión de Piscina Valencia, cuya concesión ha sido rescindida por parte del Ayuntamiento de Valencia por el impago continuado del canon. La instalación cerró al público el pasado 24 de julio sin concretar su reapertura. El Consistorio redacta los pliegos de condiciones para adjudicar por separado la explotación deportiva y hostelera de la piscina decana en la capital.   

Según el anuncio publicado, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia ha dictado el concurso de acreedores de las empresas Hosva, adjudicataria de la concesión desde 1995; Gespiva, encargada de las instalaciones deportivas, y Alameda Palace, que gestiona el restaurante y salón de celebraciones del mismo nombre.

El Ayuntamiento aprobó a principios de junio iniciar los trámites para rescindir el contrato con esta empresa, vinculada a la familia Barrachina, por incumplimiento por parte del contratista. Hosva, propiedad de la familia Barrachina, debía 366.000 euros al Ayuntamiento de Valencia por la explotación de la instalación deportiva.

El Grupo Municipal de Compromís denunció además que Hosva no había pagado tampoco al Consistorio el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de parte de 2011 y los ejercicios completos de 2012 y 2013. En total, alrededor de 150.000 euros si se suman los intereses y recargos, según datos de principios de 2014.

Los incumplimiento de las sociedades de Barrachina no han impedido, sin embargo, que el Ayuntamiento de la capital contratase servicios de catering por unos 687.000 euros con las empresas de la familia Barrachina entre 2009 y 2014, cuando se conocían los impagos del canon y de cuotas tributarias y a la Seguridad Social. El Gobierno local pagó en 2011 a la empresa del grupo Barrarnal 52.000 euros por una cena organizada con motivo de la cremà, de 800 menús, a precios que oscilaban entre los 85 a los 62 euros.

El Consistorio remitió al Consell Juridic Consultiu (CJC) el expediente abierto al gestor de la Piscina de Valencia por los impagos para que informase de la situación jurídica del mismo y decidiera si se rescindía el contrato y salía de nuevo a concurso. La institución dictaminó la rescisión y la sociedades de los Barrachina solicitaron el concurso de acreedores.

Un acuerdo del Gobierno local del pasado mes de marzo exigía a los Barrachina, que gestionan la piscina desde 1995, que continuase con la gestión de la instalación deportiva hasta que se  tuviera un nuevo gestor, pero a las deficiencias detectadas en el edificio se unió el desprendimiento del techo por las intensas lluvias caídas a principios de julio.

El Consistorio requirió a los Barrachina para que repararan los daños pero la sociedad respondió que no tenía dinero suficiente para las reparaciones. Sin tiempo para informar a los clientes, Piscina de Valencia cerró definitivamente al público el jueves 24 de julio. 

El Consistorio redacta en estos momentos lo pliegos de condiciones para adjudicar lo antes posible el servicio.Se separa la explotación deportiva de la piscina de la de restauración, que se lleva a cabo en la sala Alameda Palace y el restaurante Les Graelles. El adjudicatario de la Piscina de Valencia deberá subsanar las deficiencias de la instalación, ha informado el Ayuntamiento. 

El juzgado ha dado un plazo de un mes, desde la publicación del edicto en el BOE, para que los acreedores puedan comunicar sus créditos.