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toros

Desde el anonimato a la feria de Azpeitia

El gaditano Sebastián Sánchez Mora es la apuesta novedosa en un cartel cargado de experiencia

No es nada extraño que suene el teléfono de Sebastián Sánchez Mora para ofrecerle una ocasión de torear. El problema es que siempre el comunicante es un ganadero que le invita a tomar parte de un tentadero y nunca es un empresario para meterle en los carteles de una feria.

Así, este chiclanero afincado en Medina-Sidonia ha ido desapareciendo de los ruedos –no se viste de luces desde 2011- hasta que en Azpeitia tendrá este jueves la oportunidad de su vida, la posibilidad de volver a aparecer en el firmamento taurino. Lo hará con dos compañeros veteranos: Luis Miguel Encabo, que actuará próximamente en Las Ventas y que esta temporada se ha dedicado en cuerpo y alma a la docencia taurina en el Centro de alto rendimiento de la Fundación El Juli, y Víctor Puerto, un veterano con la ilusión de quien busca un sitio que nunca quiso perder; dos toreros que saben lo que es abrir la puerta grande de Madrid y los toros de la debutante divisa de Valdellán, erradicada en las frías dehesas leonesas de Sahagún y con sangre Santa Coloma. Los astados que cría Fernando Álvarez se estrenaron en Euskadi en una novillada en Llodio que fue un éxito hace ya un lustro; este jueves en Azpeitia tienen su puesta de largo.

Sánchez Mora ha tenido un largo recorrido. Fue novillero precoz cuando con catorce años triunfó de becerrista y para los diecisiete ya estaba con picadores. Actualmente más centrado en su trabajo ligado a la automoción, ha visto cómo el destino le ha juntado con los gestores de la plaza de Azpeitia, aficionados dispuestos a ofrecer una oportunidad a un desconocido incluso para los aficionados.

Este será el cartel del día grande de Azpeitia, el que abra una feria con gran interés para los taurinos. La presencia de los toros de Cuadri, que dejaron constancia de su seria estampa durante el desencajonamiento del pasado domingo, precisamente el día en que un hermano de camada era premiado con la vuelta al ruedo en Valencia, es todo un atractivo.

Durante ese singular espectáculo, un cuadri recibió un pitonazo del que estará recuperado para el 1 de agosto, pero peor suerte corrió un astado de Pedraza de Yeltes, hierro que cerrará el ciclo, ya que se rompió un cuerno al rematar en un burladero. Los ganaderos donostiarras, los hermanos Uranga, ya han acercado otro morlaco hasta la plaza del Urola para el día que les toque recoger el premio de mejor corrida del año pasado.

Si los toros son una auténtica garantía sobre el papel, la apuesta de matadores está marcada por la juventud y el compromiso de los diestros, con la ausencia del convaleciente David Mora, que será sustituido por un clásico en Azpeitia, Alberto Aguilar. El manchego Sergio Serrano es uno de los esperados, mientras que el arrojo de Jiménez Fortes siempre deja huella.

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