49 Times Jazzaldia
San Sebastián se entrega a uno de los festivales más antiguos de Europa con una cuidada programación
Dejamos Vitoria y un festival hors catégorie para llegar a la cima, a meta. Julio no tiene más llegadas en alto para el jazz en el País Vasco. La Bella Easo acoge el cuadragésimo noveno Festival Internacional de Jazz de San Sebastián, más conocido como Jazzaldia. El año que viene cumplirá 50 años, nada más y nada menos. Será un festival especial, venga quien venga y pase lo que pase. Uno de los cinco festivales más antiguos de Europa y el más antiguo de España es lo que tiene.
Es un placer pasearse por la ciudad estos días y contemplar escenarios cada 300 metros. El programa de este año es, una vez más, muy completo. A todas horas y en muchos rincones de la ciudad podrás escuchar este género musical, gratis o con entrada. Y sí, vienen grupos que nada o poco tienen que ver con el jazz pero el ejercicio de reflexión ya está hecho, las cosas han cambiado y los tiempos también. El jazz tiene su lugar principal en el festival: sus músicos, sus escenarios y sus todo. A los niños no les gusta la cerveza, pero cuando crecen y la prueban las cosas cambian. Con el jazz puede pasar lo mismo, la cuestión es generar movimiento. Ya veremos cuándo cambian de escenario los niños.
El otro día uno de los mejores bateristas que vienen pegando fuerte en el País Vasco, David Gorospe, compartía en las redes sociales una canción de uno de los grupos que se acercarán por el Jazzaldia: Snarky Puppy. No lo tenía localizado en el radar pero gracias al joven baterista tuve la ocasión de investigar más acerca de esta banda de origen, principalmente, neoyorquino. Ocho integrantes con guitarras eléctricas, trompetas, teclados, percusión, batería, saxofón y bajo eléctrico para toda una orquesta de jazz vertiginosa, muy rítmica, de desarrollos largos y progresivos. Me recuerdan por partes a Santana (guitarras), Genesis (imaginación) o Head Hunters (teclados y sintetizadores), una mezcla incomprensible e inverosímil y que sin embargo suena genial gracias a unos músicos de última generación que abruman por técnica e intangibles. Frente a grupos más consolidados y de un jazz más recogido, Snarky Puppy planta cara con entrada libre en las terrazas del Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal.
En el escenario del corazón de la Parte Vieja, en la Plaza de La Trinidad que rinde homenaje a Charles Mingus con una placa conmemorativa, destacan las actuaciones del trompetista y teclista Nicholas Payton y el guitarrista John Scofield. Nicholas interpretará los temas del archiconocido trabajo de jazz entre Miles Davis y Gil Evans con Sketches of Spain. Este trabajo tendrá el sello personal del trompetista de Nueva Orleans, pero a buen seguro mantendrá la esencia de la creación original: cool jazz, suave, melódico y tintado de la idea que por aquel entonces se tenía de la música folclórica española. Nicholas Payton estará acompañado por Vicente Archer (bajo), Bill Stewart (batería), Bob Belden (director de orquesta), L’Instrumental de Gascogne (banda) y Raynald Colom (trompeta).
Chick Corea y Stanley Clarcke en el cartel que se desplegará en varios escenarios
Más tarde y en ese mismo escenario será el turno de uno de los guitarristas más famosos de la historia del jazz contemporáneo, John Scofield. El guitarrista, muy emocionado con esta segunda etapa (la primera en el 2002) con los músicos Avi Bortnick (guitarra), Andy Hess (bajo) y Terence Higgins (batería) nos deleitará con Überjam Deux, una especie de segundo ciclo musical con los citados músicos. Con el guiño del guitarrista Avi Bortnick, Scofield ha preparado unas canciones con bases funky, reggae e incluso house que aseguran entretenimiento de alto calibre. Aquellos aficionados al rock y a las músicas populares, e incluso los amantes de la guitarra, tienen en este concierto una muy buena oportunidad de asistir a un evento sobresaliente.
Y aquí viene el peso, los quilates, los artistas que más veces aparecen en la literatura de este género afroamericano: Chick Corea y Stanley Clarcke. Ambos, bajo el paraguas de un escenario solemne y de perfecta acústica como es el Auditorio Kursaal, interpretarán el trabajo de Return to Forever (1970), composición en la que ambos tuvieron un papel destacado. Es difícil a día de hoy decir algo más de estos dos másteres del jazz. Quizá echo de menos instrumentos (vienen solos) pero por eso mismo el reto va a ser emocionante.
Sólo espero que todo lo que se ha dispuesto para el disfrute de la gente transcurra sin el acompañamiento de la lluvia, que parece ser, querrá interpretar alguna pieza. Con suerte, sólo algún sólo.
