El plan del Cabanyal gastará 75 millones en expropiaciones
Urbanismo debate la modificación del plan urbanístico del barrio marinero
La modificación del plan urbanístico del Cabanyal encarecerá el proyecto. Si el plan original, aprobado en 2001 preveía gastar 13,5 millones de euros en las expropiaciones y compra de edificios —muchos de ellos condenados al derribo—, el planeamiento que hoy debatirá la Comisión de Urbanismo eleva esta partida en 62 millones de euros más, según la memoria económica del proyecto. En total, la expropiación de terrenos y edificios para prolongar la avenida de Blasco Ibáñez hasta la playa, piedra angular del proyecto, costarán 75 millones de euros frente a los 13 millones del principio.
El PP local ha decidido acelerar la tramitación del nuevo plan del Cabanyal después de que la alcaldesa Rita Barberá anunciase el 20 de junio un “acuerdo político” con el Gobierno español para derogar a medio plazo la orden ministerial que suspendió en 2009 el plan original porque expoliaba el patrimonio histórico y cultural de este sector del distrito marítimo.
La nueva ordenación mantiene el ancho de la prolongación de la avenida en 48 metros —la que se abrió a principios del siglo XX tiene 100—, si bien reduce la franja de afección al conservar las calles Pescadores y Amparo Guillem con su configuración actual, dice el informe. El viario —por donde circularán los coches— se concentrará en una franja de 14 metros y habrá un pasillo verde de otros 22.
La altura de los edificios se reduce, exclusivamente en la zona protegida como BIC —en el resto continúa igual que en el plan original— de cinco a tres, con lo que se reduce la edificabilidad. Otra de las novedades del plan modificado es que se incorporan como bienes protegidos la Lonja de Pescadores —que solo tendrá protección parcial— y la deteriorada Fábrica de Hielo.
El plan es costoso. Si en 2001 eran necesarios 159 millones de euros en inversiones, pasados 13 años las inversiones necesarias se elevan a más de 400 millones
El nuevo plan de Barberá no ha sido bien recibido por los vecinos de Salvem El Cabanyal ni por los grupos de la oposición en la ciudad, que aseguran que expolia igual que el anterior porque divide en dos el barrio con el derribo de cientos de casas para hacer posible la prolongación de la avenida.
La oposición amenaza con acudir a los tribunales si se aprueba un proyecto que contraviene la orden ministerial.
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