Lugo retira la concesión a la empresa de basuras hasta que acabe la huelga

El alcalde de Lugo, el socialista Xosé López Orozco, anunció ayer la “intervención acotada en el tiempo” del servicio que presta la concesionaria de basuras Urbaser, inmersa desde hace 33 días en una huelga que mantiene las calles de Lugo invadidas por los desperdicios. A partir del lunes, explicó Orozco, el servicio lo realizará la empresa pública Tragsa. Los huelguistas han aplaudido la medida anunciada por el regidor porque “es un gesto que como mínimo se acerca a los trabajadores y a la ciudadanía”.

Orozco apeló al “cambio de escenario” como el detonante de su decisión, después de que la plantilla y la empresa rompieran las negociaciones en la tarde noche del jueves tras más de siete horas de reunión. En una comparecencia ante la prensa, acompañado del concejal de Medio Ambiente Luís Álvarez, Orozco se afanó en dejar claro que “desde el primer día” el Ayuntamiento “no ha dejado de trabajar, en un consciente silencio, con el fin de que la huelga tuviese una solución”. “Y la solución pasa por un acuerdo entre los trabajadores y la empresa”, reclamó.

La decisión de rescatar temporalmente la concesión fue comunicada ayer “telefónicamente” a Urbaser y “le va a ser comunicado por escrito”, subrayó el regidor. “Hay que dar un plazo cuando se notifica esta intervención de 48 horas para que Urbaser sepa que queda intervenido el servicio de recogida de la basura en Lugo por parte del Ayuntamiento”, añadió Orozco.

Tragsa hará “el trabajo que se está dejando de hacer en la ciudad, en lo que se refiere a la limpieza de las calles, al cumplimiento exquisito y estricto de las alarmas sanitarias, y el cumplimiento de los servicios mínimos decretados por el Ayuntamiento”, explicó el regidor. Y lo hará con otros medios distintos de los de Urbaser. El gobierno local de Lugo incidió en que “no se trata de una rescisión, sino de una intervención temporal” de la concesión, hasta que se resuelva el conflicto laboral que mantiene en jaque la ciudad.

Los hosteleros lucenses están desesperados por el efecto en sus negocios de una huelga que también enfada a los vecinos y tensa la vida política: “En los hoteles hay cantidad de reservas de última hora que se cancelan y hay llamadas de potenciales clientes que preguntan si la huelga de basura ha terminado”, lamentaba ayer el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Cheché Real.

La última reunión entre las partes naufragó el pasado jueves por la tarde pese a la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais. El representante de esta entidad dependiente de la Xunta presentó una propuesta de acuerdo que daba en buena parte la razón a las demandas de los 139 trabajadores de Urbaser en Lugo, que mantiene su lucha pese a que tras este largo periodo de protesta han cobrado en junio nóminas máximas de 89 euros. Los portavoces de los huelguistas afirman que la propuesta del mediador era “interesante” que estaba bien valorada por la plantilla y la dirección de la empresa. El detonante de la ruptura fue que Urbaser se negó en rotundo a readmitir a los 11 despedidos durante el paro y a retirar las sanciones a 66 operarios, un asunto que para los trabajadores es inadmisible.

Julio Pacio, representante de la plantilla de Urbaser por UGT y uno de los 11 miembros del comité de empresa despedidos durante la huelga, aplaudió ayer la intervención temporal de la concesión por parte del gobierno local. “Es un gesto que como mínimo se acerca a los trabajadores y a la ciudadanía”. Según el sindicalista, esta medida tomada por el alcalde “tiene que invitar a que esta empresa se vaya de Lugo, porque está claro que tiene otros intereses”.