La sensación de seguridad en Barcelona vuelve a niveles anteriores a la crisis

El índice de victimización cayó el año pasado 4,5 puntos hasta llegar al 20,8%. De este porcentaje, el 54,7% se trató de delitos consumados y el 24,3%, de amagos. "Esto indica que los intentos han disminuido gracias a la disuasión y la reducción de oportunidades de robo", ha asegurado Delort. El descenso se ha reflejado sobre todo en el ámbito de la seguridad personal, que vuelve a los niveles anteriores a la crisis y se sitúa en el 12,1% (no bajaba del 15% desde 2009). El número de denuncias, en cambio, fue el más alto de los últimos 10 años: el 46,4% de los afectados presentó una demanda.

De las 4.036 personas entrevistadas entre el 29 de febrero y el 15 de abril de este año, el 2,3% aseguró haber sido víctima de algún tipo de delito en casa. El porcentaje es inferior al de 2012 (2,9%), pero lejano al 1,5% de 2008, cuando el índice de victimización estaba al mismo nivel que el actual (20,1%). Las segundas residencias también se han visto afectadas: las del 1,7% de los encuestados sufrieron algún acto delictivo, la segunda cifra más alta desde 2002, cuando se introdujo este apartado en el cuestionario.

La sensación de seguridad ha aumentado en todos los distritos a excepción de Sant Andreu, que ha pasado de ser el que menos delitos y amagos registró en 2012 a ocupar el tercer lugar de los más seguros el año pasado. La evaluación global que los barceloneses dan a su ciudad en cuanto a la percepción de seguridad es de 6 en una escala de 10, la calificación más alta desde el año 2000.