La república independiente del promotor

"Bienvenidos a la república independiente de Enrique Ortiz". Esa era la pancarta que jóvenes militantes de Compromís se quedaron con las ganas de desplegar ayer en el pleno municipal de Alicante. Fueron más rápidos los policías locales presentes en el salón consistorial, que acabó con el desalojo de todo su público en un ambiente bronco.

Las escuchas policiales aparecidas en medios durante toda la última semana, en las que se aprecia cómo el promotor Enrique Ortiz tiene línea directa con el mundo de la política, hacían prever la polémica y así fue. La pancarta jugaba con el lema comercial de la multinacional sueca Ikea, que el promotor pretende que se instale en una parte de Alicante en la que la mayoría de terrenos serían de una sociedad participada por él; al parecer, con la connivencia de la alcaldesa Sonia Castedo, quien podría haber influido para ello en el plan urbanístico de la ciudad.

El pleno subió de temperatura cuando, posteriormente, el público aplaudió por dos veces al edil de Esquerra Unida, Miguel Ángel Pavón, quien defendía una moción reprobatoria de la alcaldesa y el vicealcalde, Andrés Llorens, ambos imputados en causas judiciales y a quien Pavón pidió la dimisión.

“No se puede aplaudir en el pleno”, dijo una Castedo que mantenía la sonrisa mientras su vicealcalde ponía cara de póker a su lado y varios ciudadanos levantaban carteles con el lema “Juicio y Castigo. Castedo y Ortiz”. La moción fue tumbada por la mayoría absoluta del PP, que ni la valoró.

Curiosamente, la Plataforma Feminista de Alicante fue aplaudida en la moción siguiente por muchos de los asistentes sin que Castedo frenará el aplauso, al que se sumaron los populares Juan Seva y Marta García Romeu.

El desalojo llegó al comenzar a debatirse la moción, propuesta para iniciar las sesiones plenarias con una mención a la mujer o mujeres víctimas de la violencia machista y un minuto de silencio. Cuando Fernando Llopis, de UPyD, instó a reconocer además “a los 3.000 hombres que el año pasado sufrieron violencia de género”, el público asistente protestó y Castedo decidió el desalojo, el segundo que hace en esta legislatura y que le valió para debatir sin público dos temas espinosos más: crear una comisión que investigara las palabras del edil popular Juan Seva sobre posibles irregularidades en el área de Atención Urbana, que dirige el vicealcalde Llorens, y la solicitud para dar cuenta de la gestión de las obras de la plaza Magallanes, por las que Llorens está a punto de ser procesado.

El momento más brusco del pleno llegó cuando al final de la argumentación del edil Dani Simón, de EU, para decretar Alicante ciudad antitaurina, el popular Luis Barcala le interrumpió constantemente. Entonces, salió en defensa de Simón su compañero Pavón, quien pidió que se respetara el turno. La alcaldesa le contestó con un “Usted se calla la boca”.