El Ayuntamiento vincula una intoxicación en la Asamblea a la falta de higiene
El Grupo Cantoblanco, de Arturo Fernández, gestiona el servicio de hostelería
El tamaño, estructura y diseño de la cocina del servicio de comedor y cafetería de la Asamblea de Madrid no permite la elaboración de los menús que sirve “sin comprometer la seguridad alimentaria de los mismos”. “Estas disfunciones pueden haber condicionado la reciente aparición de una intoxicación alimentaria”, advierte el Departamento de Servicios Sanitarios de Calidad y Consumo de la Junta Municipal del Distrito de Vallecas, donde se encuentra el Parlamento regional.
Los expertos del Ayuntamiento, muy críticos con las condiciones de limpieza e higiene en las que se manipulan los alimentos, inspeccionaron el negocio de hostelería del hemiciclo a raíz de la intoxicación de más de 30 personas tras almorzar antes de un pleno a principios de abril. Los afectados presentaron a las pocas horas molestias estomacales que, en los casos más serios, fueron seguidas de diarrea y vómitos. El Grupo Cantoblanco Restauración SL, de Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña y vicepresidente de la CEOE, gestiona el espacio. La Cámara no descarta sancionar a la empresa adjudicataria en proporción a la gravedad del incidente, por una cuantía que no podría ser superior al 10% del presupuesto del contrato.
Tanto el responsable de la sección de control de alimentos de origen animal y protección animal como la encargada del Departamento de Servicios Sanitarios, Calidad y Consumo destacan en el informe, fechado el 7 de mayo, que la compañía de hostelería carece de un registro de las actividades diarias de limpieza y desinfección. “No se anota la fecha en que se realizan”, recoge el documento, que indica además que la zona de manipulación “no se desinfecta antes de que comiencen las labores de pase”. Y no solo eso: la zona de manipulación de alimentos “es pequeña para la complejidad de las manipulaciones y menús” que se elaboran, lo que “favorece la existencia de contaminaciones cruzadas”. Con riesgos añadidos por factores como el almacenamiento de la vajilla limpia en un mueble abierto justo bajo la zona de manipulación.
El informe es especialmente crítico con un cocinero, que “no conoce adecuadamente los conceptos de contaminación de alimentación, control de temperaturas y estiba de alimentos”. En una inspección posterior se comprobó que tampoco manejaba “los conceptos básicos de limpieza y desinfección”, hasta el punto de estar “comiendo mientras realiza tareas de manipulación de alimentos”. Razones por las que los expertos municipales instaron al Grupo Cantoblanco a “retirarlo” de las funciones de elaboración de comidas “hasta que conozca los conceptos básicos necesarios para su puesto”.
Otro factor de riesgo es el aceite de las freidoras, que no se vigila cada cuatro días, en contra del manual de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC). El informe de los expertos de la Junta de Distrito también subraya que no se controlan las temperaturas de elaboración y mantenimiento de los platos fríos. Lo mismo sucede con las temperaturas de los arcones congeladores de la cocina y del almacén.
En cuanto al abastecimiento de agua, la firma de Arturo Fernández “no presenta análisis de agua completo que incluya la posible presencia de metales en aguas de bebida”. Y no se realizan los controles diarios de cloro y ph, en contra de los requisitos de APPCC.
Para evitar nuevos casos de intoxicaciones los especialistas municipales recomiendan “adaptarse el número y complejidad de menús a las condiciones técnico-sanitarias de la cocina”. Así, de los siete primeros y siete segundos que llegaban a componer la carta, la oferta consistirá en tres primeros y tres segundos, según fuentes de la Asamblea.
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