Un simulacro saca a los parlamentarios y al Gobierno vasco a la calle
La megafonía ha interrumpido una intervención del 'lehendakari', que contestaba a UPyD sobre el modelo de esto que defiende
Los miembros del Parlamento y del Gobierno vasco han tenido hoy que salir a la calle inesperadamente después de que una voz robotizada les advirtiera de que había una emergencia en la Cámara, que celebraba un pleno. Era un simulacro. Se disponía el lehendakari, Iñigo Urkullu, a responder, desde la tribuna de oradores, a una interpelación de Gorka Maneiro (UPyD) sobre el modelo de Estado que defiende. En el momento en el que iba a comenzar a hablar la máxima autoridad del País Vasco, una repentina voz se ha oído en el salón de plenos que, en tono de advertencia, ha anunciado que se estaba investigando una situación de alarma que podía requerir la evacuación.
El detonante de ello no era lo que pudiera decir el lehendakari, sino que una trabajadora de la mutua había provocado en una dependencia de la sede parlamentaria el humo necesario para que saltara la alarma de incendios. Los trabajadores del Parlamento estaban alertados, pero no así los parlamentarios, invitados y periodistas que han reaccionado con cierto letargo.
El lehendakari ha permanecido impasible en la tribuna mientras se repetían los mensajes de advertencia hasta que el último ha dictaminado que se había decretado una situación de emergencia que obligaba al desalojo. Nadie se ha puesto nervioso, quizás porque a sus señorías, invitados y demás les esperaba un sol radiante en la calle.
Al salir, solícitos, los ertzainas indicaban a todo el mundo que se dirigiesen hacia la catedral, cercana al Parlamento, lo que ha hecho que algún parlamentario preguntara al agente qué hacer en el caso de los agnósticos. La plazuela que se encuentra frente al pórtico del templo se ha convertido durante unos minutos en un lugar insólito, donde el lehendakari charlaba con su consejero de Salud, mientras que Maneiro bromeaba con que habían saltado las alarmas cuando Urkullu iba a hablar del Estado.
Esta vez, aparentemente, todo el personal ha salido del edificio, a diferencia de una ocasión anterior, en otra legislatura, que algún destacado parlamentario se quedó en un despacho para aprovechar el silencio del vacío para trabajar.
Una vez que los servicios del Parlamento han controlado la situación, todas las personas desalojadas han regresado a la Cámara donde el lehendakari ha podido explicar su posición, ya sin sobresaltos. El Parlamento ha explicado que está actualizando su plan de emergencias y por ello se ha hecho hoy el simulacro de evacuación. No ha sido la primera vez en la que se realiza este tipo de actuación, ya se ha evacuado el edificio en otras ocasiones, pero, hoy, se ha hecho durante una sesión plenaria.
La Ley obliga no solo a evacuar a los trabajadores de la institución, sino también a todas las personas que se encuentren en la sede parlamentaria en el momento de ocurrir la emergencia. En este caso, periodistas, invitados, parlamentarios y miembros del Gobierno se han visto implicados en el simulacro
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