Andalucía es la segunda comunidad en muertes por problemas cardiovasculares
El 33,27% de las defunciones se producen a causa de patologías de este tipo
Los andaluces tienen más posibilidades de fallecer por una enfermedad o un accidente cardiovascular que el resto de los españoles. La comunidad autónoma es la segunda, solo por detrás de Galicia, con un mayor índice de mortalidad por causas cardiovasculares. Los últimos datos indican que el 33,27% de las defunciones en Andalucía se producen a causa de patologías de este tipo, seguidas por los tumores, con el 25,86%; y las enfermedades respiratorias, con el 11,43%. La prevalencia de las muertes por fallos cardiovasculares en Andalucía es uno de los puntos que se tratan en la 25ª Reunión Anual de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista que se celebra en Córdoba hasta desde el 11 hasta el 13 de junio.
Por tipo de enfermedad del sistema cardiovascular, los accidentes cerebrovasculares (ictus) son los que provocan más fallecimientos (5.915); seguidos por la insuficiencia cardiaca (3.875) y por el infarto agudo de miocardio (3.578). Según José Suárez de Lezo, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, “este aumento de la mortalidad cardiovascular se debe esencialmente a una mayor prevalencia de los factores de riesgo y a una mayor dificultad de acceder de forma urgente a los hospitales con alta tecnología tanto por la extensión del territorio como por su orografía”.
Estos datos están estrechamente ligados al hecho de que Andalucía es la región con mayores cifras de obesidad (37% de la población, cuando la media española es del 26,6%), a lo que hay que sumar que el 16% de la población sufre diabetes frente al 12% de la población española y el 29% fuma frente al 27% de media nacional.
A pesar de esta importante incidencia de enfermedades cardiovasculares por encima de la media, el número de intervenciones es bastante similar al conjunto español (en 2011 se realizaron 1.369 por millón de habitantes frente a los 1.373 realizados en España). En esta comunidad, existen 47 cardiólogos intervencionistas. Según ha explicado esta mañana José Suárez de Lezo, jefe del Servicio de cardiología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba “además, nuestros cardiólogos están bien preparados. El primer estent que se colocó en España fue precisamente en Córdoba, y también en Las Palmas, en 1992. Lo que sí que es necesario es concienciar a las administraciones sanitarias de la necesidad de continuar invirtiendo en innovación como se ha hecho hasta ahora para seguir mejorando el tratamiento a nuestros pacientes”.
Un estent es un pequeño dispositivo en forma de muelle que se coloca a través de un catéter en una arteria que permite la correcta circulación de la sangre cuando el paciente padece aterosclerosis (acúmulo de lípidos o grasas y células inflamatorias en las paredes de las arterias junto con producción de colágeno en las mismas). La aterosclerosis, de gran incidencia en España, produce estrechamientos que impiden que la sangre fluya dentro de las arterias. En el caso del corazón, puede causar angina de pecho o infarto de miocardio. “La introducción del estent en la práctica cardiológica diaria ha supuesto un gran avance en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, especialmente en el infarto agudo de miocardio, ya que su capacidad para mantener la arteria abierta vuelve a permitir la correcta circulación de la sangre reduciendo el tamaño del infarto. Esto ha permitido reducir la mortalidad por infarto un 50% en los últimos años”, anunciaba esta mañana el José Ramón Rumoroso, vocal de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología. “Cada año se colocan una media de 55.000 nuevos estents en nuestro país”, apunta.
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