El fiscal tilda de “chapucero” el informe policial sobre las cuentas de Osácar

El informe policial que señaló al extesorero de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Daniel Osácar, como titular de cuentas en Suiza y Gibraltar contiene más sombras que luces. Se trata de un “dossier anónimo”, que incluye “datos de general conocimiento” sobre Osácar y que “no aporta soporte documental alguno” que sustente los indicios, señaló en un escrito enviado al juez del caso Palau el fiscal Emilio Sánchez Ulled, que recibió el documento el pasado febrero.

La información policial ha derivado, pese a todo, en la imputación de Osácar por blanqueo de capitales. En una breve declaración de apenas unos minutos, el extesorero negó ayer que disponga de una cuenta en la entidad suiza Crédit Suisse que, según la policía, fue abierta en 2002 y, a finales del año pasado, mantenía un sueldo activo de 1,2 millones de euros. Osácar, que fue responsable de finanzas del partido entre 2005 y 2010, afronta una petición de siete años y medio de cárce en el caso Palau. Está acusado de recibir comisiones de Ferrovial a cambio de la adjudicación de grandes obras públicas durante el último gobierno de Jordi Pujol.

El titular del juzgado de instrucción número 30 de Barcelona, José Julián García de Eulate, decidió citar a declarar a Osácar antes incluso de recibir la respuesta de las autoridades suizas a una comisión rogatoria para aclarar la titularidad de las cuentas. Lo hizo, además, pese a las renuencias que se reflejan en el escrito del fiscal, que ahonda en las críticas a la maniobra policial.

En el escrito, fechado el 19 de febrero, Sánchez Ulled subraya que se trata de “un dossier anónimo de apariencia bastante chapucera” y lamenta “la inusual forma de aportación del mismo”. La información fue remitida por la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que se encarga de sancionar conductas irregulares de los agentes y que, además, no ha participado en la investigación sobre el expolio del Palau de la Música perpetrado por Fèlix Millet y Jordi Montull, una labor que fue encomendada a los Mossos d’Esquadra. Esa unidad, en todo caso, no indicó “las concretas circunstancias en las que recibió el dossier” ni introdujo “análisis policial alguno que permita valorar su verosimilitud”. Según fuentes policiales, los datos fueron facilitados por “un confidente”. El fiscal también pone en duda que la cuenta y el saldo siguieran existiendo en diciembre de 2013, “cuando el supuesto titular lleva más de tres años imputado” en el caso Palau. A las críticas por la falta de credibilidad del informe se sumó ayer el abogado de Osácar, Javier Melero.

El fiscal decidió de todos modos aportar la documentación al juzgado “para que el instructor valore si considera procedente su simple unión a la causa (...) o bien si, a pesar de todo, estima pertinente realizar alguna diligencia al respecto”. El juez pidió inicialmente más información al fiscal, que contestó con un nuevo escrito sobre la “chapucera apariencia” del informe, que “recuerda a otros parecidos que en tiempos circulaban por esta ciudad” [Barcelona]. De ser la información policial cierta, añade, sugiere que el instrumento idóneo para comprobarlo es solicitar una comisión rogatoria. El juez decidió explorar esa vía, que todavía no ha dado resultados.