El Ayuntamiento advierte a Can Vies de que el tiempo del diálogo “se agota”

La llegada al centro de la ciudad de los disturbios por el desalojo de Can Vies ha llevado al Ayuntamiento de Barcelona a elevar el tono. A los “violentos” que el sábado por la noche provocaron nuevos altercados, el consistorio responderá “con el ejercicio de la autoridad”, o sea, la policía. A los defensores del centro social de Sants, en cambio, les ha dejado abierta la vía del diálogo. Aunque con condiciones: “Si hay realmente gente en Can Vies que quiera dialogar, que salga y dé la cara. El tiempo se ha agotado”, advirtió el portavoz municipal y primer teniente de alcalde, Joaquim Forn.

Forn exige a los okupas que quieran negociar que "salgan y den la cara"

El conflicto de Can Vies comenzó el lunes, con el desalojo y derribo parcial de un centro okupa que en los últimos 17 años ha ofrecido actividades sociales en el barrio. Desde entonces, cinco noches de disturbios callejeros han puesto al Ayuntamiento de Barcelona y a su alcalde, Xavier Trias (CiU), contra las cuerdas. La actitud del alcalde, además, ha sido vacilante: con los altercados en marcha, anunció que estaba dispuesto a paralizar el derribo y no hizo nada para impedir que, este sábado, medio millar de personas retiraran las vallas de protección y empezaran a “reconstruir” Can Vies.

Con cascos amarillos, los activistas continuaron ayer retirando escombros y tienen previsto apartar, hoy, la excavadora que fue pasto de las llamas el primer día de disturbios. Antes de levantar de nuevo las paredes, un equipo de arquitectos está estudiando el estado del edificio, aunque ellos descartan que pueda derrumbarse. El Ayuntamiento, en cambio, argumenta que la finca está en muy mal estado y que ha alertado de ello a los miembros del colectivo. “Hay gente que está jugando con la seguridad de otras personas”, advirtió Forn. El portavoz justificó que no se actuase el sábado para evitar “un mal mayor”, ya que a escasos metros se celebraba una feria de comercio y otra dedicada a la cereza. “Hemos puesto vallas y carteles y los han tirado al suelo”, dijo Forn, preguntado sobre si el consistorio va a poner fin a la reconstrucción.

Los nuevos incidentes del sábado por la noche, que a diferencia de los precedentes tuvieron como escenario el centro de Barcelona y la Rambla, atestada de turistas, han obligado al consistorio a lanzar un mensaje de contundencia. “Los actos violentos son absolutamente intolerables” dijo Forn, que expresó su “apoyo” a los Mossos d'Esquadra porque trabajan “en condiciones de extrema dificultad”. La manifestación del sábado atrajo a unas 3.500 personas y culminó con incidentes: 38 contenedores quemados —cada uno cuesta unos mil euros—, 12 vehículos privados y una estación del Bicing afectados por el fuego. El consistorio cifra en 45.000 euros los daños en lo que toca al erario público (200.000 si se suman los cinco días de disturbios).

El Consistorio cifra en 200.000 euros los daños causados durante las cinco noches de disturbios

Forn anunció que ha trazado un plan para buscar una salida a la crisis de Can Vies. El portavoz no quiso entrar en detalles sobre el contenido de ese plan, que hoy presentará al resto de grupos municipales. “Si hay alguien que quiere negociar la reconstrucción o lo que sea, que se nos dirija con la cara destapada. Si no aparece, veremos qué decidimos, pero no podemos someternos a la violencia”, dijo en tono de ultimátum el portavoz municipal.

“No es justo que digan que no queremos dialogar porque es el Ayuntamiento el que no ha hecho bien las cosas”, dijo un joven okupa que ayer ejerció como portavoz. El joven criticó la decisión de ordenar el derribo cuando había aún una reunión pendiente para negociar: “Están esperando que cometamos un error, como que se nos caiga un muro encima. Pero eso no va a suceder”, añadió. Con todo, la asamblea del centro decidió anoche paralizar provisionalmente las obras de reconstrucción hasta que un equipo de arquitectos revise a fondo el edificio.

El candidato del PSC a la alcaldía, Jaume Collboni, criticó la “inoperancia” y “falta de liderazgo” de Trias en la gestión del conflicto. El líder del PP en el consistorio, Alberto Fernández Díaz, acusó al alcalde de “ceder al chantaje” y de “dar alas a los violentos”, y le exigió que convoque un pleno extraordinario.