Corella anuncia que colgará las zapatillas a final de año

“No quiero ser una sombra de lo que fui; además, mi lucha por conseguir una compañía de ballet estable en Barcelona me ha desgastado mucho; ahora tenemos estas actuaciones hasta finales de diciembre y luego colgaré las zapatillas”. Así apuntó ayer su retirada de los escenarios el bailarín Ángel Corella en la rueda de prensa en la que presentó su último espectáculo, A+A, que realizará junto al violinista Ara Malikian, y que estrenarán el miércoles en el Teatro Tívoli de Barcelona.

“Ahora mis ilusiones están puestas en dirigir una compañía de danza en el extranjero, donde tengo ofertas, y en mi escuela de danza de Barcelona, que dirige mi hermana Carmen y su marido Dayron Vera y en donde contamos con más de 200 alumnos”, apuntó, para remachar: “Solo bailaré en momentos puntuales”.

El bailarín estrena espectáculo con el violinista Malikian

Corella (Madrid, 1975) es uno de los mejores bailarines que ha dado la reciente historia de la danza clásica en España y que dejó su carrera de primer bailarín en el American Ballet Theatre para formar una compañía de danza en la península. El artista no ha ocultado su disgusto con las instituciones públicas desde su vivencia de un particular via crucis que inició en 2008, cuando creó el Corella Ballet Castilla León con una subvención del gobierno de esa comunidad autónoma que le permitió instalarse en La Granja. A principios de 2012, Corella llegó a Barcelona, ya con el nombre de Corella Ballet, animado por las promesas del Ayuntamiento barcelonés, la Generalitat y la Diputación. Pero ese mismo verano se vio forzado a realizar un ERE al no recibir la ayuda prometida. “Fueron eso, únicamente promesas”. A pesar de que el bailarín se encuentra en uno de sus mejores momentos físicos (ha adelgazado siete kilos), parece que la decisión es firme. “Tiro la toalla definitivamente: ni que ahora me pidieran volver a crear una compañía lo haría, he perdido la fe en unos políticos que quieren un país inculto donde solo se fomente el fútbol”, soltó ayer con un deje de resignación. “Con A+A y un espectáculo posterior, Bourbon Street, tenemos actuaciones hasta finales de diciembre, luego colgaré las zapatillas”, repitió.

Como si se hubiera quitado un peso de encima, el rostro de Corella se iluminó aún más al hablar de su pasión, ahora concentrada en A+A, donde “la energía del violín de Malikian y mi baile se funden en un cóctel explosivo”, lo definió. Es un espectáculo “muy vital” dividido en dos partes: en la primera, de corte clásico, con música del Souvenir de Florencia de Tchaikovsky y coreografía de Corella, intervendrán también primeros bailarines del Corella Ballet, como Kazuco Omori, Carmen Corella, Dayron Vera y Natalía Tapia, amén de la colaboración de la Orquesta en el Tejado. La presencia de Corella y Malikian en escena es constante. El violinista agradece al bailarín el formar parte de su coreografía y “poder actuar en el escenario y no estar relegado al foso”. La segunda parte de A+A, de corte más moderno, y que cuenta con coreografías de Corella, Russell Ducker y Cristopher Wheeldon, es un estallido de dinamismo. En esta parte Malikian y Corella, en simbiosis perfecta, interpretarán un dúo en que el humor y la alegría de vivir impregnarán su actuación en la que, afirman, “damos el 200% de nosotros mismos”.

A+A estará en el Tivoli hasta el 11 de junio cuando presentará ahí también un segundo espectáculo, Bourbon Street, coreografía en la que Corella y su gente se moverán al ritmo del lindy hop, estilo de baile de los años 20 del siglo pasado que popularizaron en Nueva York bailarines afroamericanos en la mítica sala de baile Savoy. La acción se centra en un viejo bar de Nueva Orleans. La música de jazz será interpretada en directo por la Orquesta New Orleans Pussycats.