El derecho a decidir llega para quedarse

Los excelentes resultados de EH Bildu, sobre todo, y PNV en las elecciones europeas del pasado domingo refrendan la apuesta de ambos partidos por convertir el derecho a decidir en el eje argumental de su campaña hasta el punto de haber prendido con fuerza en el debate político y así prolongarse para las dos próximas elecciones que aguardan. Pero cada uno lo hará con un ritmo propio, según se desprende de las primeras valoraciones de sus responsables. Así, el eurodiputado de la coalición independentista, Josu Juaristi, aseguró que situará el derecho a decidir “en el primer plano”, mientras Itxaso Atutxa, presidenta de la territorial vizcaína del PNV donde han conseguido sus mejores resultados, precisó que “mantendrá la calma” en sus reivindicaciones soberanistas.

Al proclamar sus estrategias con suficiente antelación, los dos partidos mayoritarios reflejan el marcaje mutuo al que se van a someter hasta las próximas elecciones locales y municipales, a las que ambas formaciones otorgan una singular importancia. “Nosotros todavía disponemos de una capacidad de crecimiento porque ahí están esos 70.000 votos de partidos de izquierda, mientras el PNV ha tocado techo porque ya no sube y no tiene más caladero al que recurrir”, aseguró ayer un cargo institucional de EH Bildu al valorar el cuadro de situación electoral que se desprende de unos resultados que “solo son indicativos”, añade la misma fuente.

En el PNV, el análisis es diferente en función de la tipología específica que aprecia en cada una de las elecciones y de manera singular en las locales y forales. “El candidato a un ayuntamiento es muy importante y a veces es el elemento que decide por encima de las siglas”, admiten cerca de la dirección nacionalista, remisos a establecer “cálculos” a un año vista en función de los resultados del 25-M.

El PNV mantendrá la calma en sus reivindicaciones soberanistas”

El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo una lectura en clave más ideológica de los últimos datos electorales. Durante la presentación de un libro sobre el primer presidente del Gobierno vasco, José Antonio Aguirre, documentado por cuatro reconocidos historiadores, aseguró que “las aspiraciones vascas tienen un nuevo horizonte”. Sustentado en el reflejo de la holgada mayoría de los nacionalistas, Urkullu —en presencia de los ex lehendakaris Carlos Garaikoetxea y Juan José Ibarretxe, y abonados ambos a las tesis soberanistas— se mostró convencido de que se llegará a un nuevo estatus político mediante su conocida fórmula de “diálogo, negociación, acuerdo y ratificación”.

Ante el alcance de esta apuesta política, Gorka Maneiro aprovechó la ocasión para articular una pregunta que el próximo viernes dirigirá al lehendakari en el pleno de control del Parlamento vasco “para que nos aclare cuál es el modelo de Estado que defiende y qué pasos pretender dar para alcanzarlo: si propone un modelo de estado federal asimétrico, un modelo confederal (inexistente en ninguna parte del mundo) o la independencia de Euskadi, y en cuyo caso para cuándo y cómo y con qué condiciones”, adelantó el representante de UPyD.

EH Bildu también se lo recordará a buen seguro durante los trabajos de la ponencia dedicados a perfilar el nuevo marco jurídico aunque con una intencionalidad bien distinta. Además, le exigirá que adopte pasos encaminados hacia las posiciones de soberanía y de reconocimiento del derecho a decidir a las que Josu Juaristi ha aludido directamente en la campaña. Ayer mismo, al trazar con cara de honda satisfacción en San Sebastián, las primeras líneas de su actuación como eurodiputado, Juaristi situó como “objetivo principal” al derecho a decidir y, por supuesto, la resolución del conflicto vasco para el que va a reclamar “una mayor implicación ante toda la Unión Europea y los agentes internacionales presentes en Bruselas y en Estrasburgo”, adelantó.

EH Bildu reclamará la “resolución del conflicto vasco” a los agentes de la UE

A nivel doméstico, cada uno de los dos partidos hace una lectura muy diferente de las razones de sus resultados. En EH Bildu, donde se proclaman “primera fuerza en Euskal Herria” al incorporar los buenos resultados también de Navarra que le sitúan como alternativa de gobierno a UPN, solo lamentan “el inmovilismo” que sufren en Bizkaia donde no consiguen “arañar” posiciones al PNV, que se queda en su caso con la condición de primera fuerza en “los siete territorios vascos”. En una complicada por irreal traslación de los datos del domingo a unas autonómicas —la aplicación de la Ley D'Hont lo desbarata— estos dos partidos empatarían a 21 escaños. Ahora, el PNV dispone de seis más que EH Bildu.

La ostensible diferencia de los nacionalistas —cerca de 50.000 votos— y, sobre todo, la manifiesta incapacidad para levantar el vuelo electoral en localidades más pobladas alientan las dudas sobre el próximo examen en las municipales y forales. “Pensábamos que sin Azkuna habría menos apoyos al PNV aunque todo hace indicar que se han aprovechado esta vez de muchos votos del PP”, aprecian en la coalición soberanista.

Para el PNV, en cambio, se ha añadido una incertidumbre no prevista: Álava, y en especial la capital, Vitoria, donde se han visto relegados a la cuarta posición. Los jeltzales hicieron una apuesta de renovación muy concreta con Gorka Urtaran en la anterior legislatura y ahora ven cómo el declive generalizado de las fuerzas mayoritarias es aprovechado inesperadamente por EH Bildu para apuntalar un resultado que, de paso, complica todos los posibles escenarios en las futuras municipales. Apenas 72 votos separan a los abertzales del alcalde Javier Maroto, único cargo del PP vasco con razones para no sentirse derrotado.