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La mayoría se escora a la izquierda en las próximas Cortes

Las europeas confirman el vuelco electoral de la sociedad valenciana

El presidente del PP valenciano y del Consell, Alberto Fabra, en su comparecencia en el partido tras conocer los resultados.
El presidente del PP valenciano y del Consell, Alberto Fabra, en su comparecencia en el partido tras conocer los resultados.TANIA CASTRO

Hay que remontarse a la segunda legislatura, la de los años 1987 a 1991, para encontrar unas Cortes Valencianas compuestas por cinco grupos parlamentarios. Nunca más se había repetido. Pero eso es lo que ocurrirá en la próxima, la novena legislatura autonómica, que comenzará en 2015, si se reproduce la correlación de fuerzas que han dibujado las elecciones al Parlamento Europeo de este domingo 25 de mayo. Según esa correlación, lograrían entrar en la Cámara una nueva formación política, Unión Progreso y Democracia (UPyD) y un movimiento político como Podemos.

No ha ocurrido nunca que un acuerdo entre partidos esté en condiciones de llevar a la Generalitat a un presidente que no sea el candidato del partido más votado. Pero eso es lo que apuntan los resultados de las europeas, que vienen a confirmar la tendencia señalada por diversas encuestas de opinión desde hace dos años en el sentido de que un acuerdo a tres bandas del PSPV-PSOE, la Coalició Compromís y Esquerra Unida del País Valencià podría desplazar al PP del poder.

Eso es posible porque los populares, no solo han perdido la mayoría absoluta de que han gozado desde la quinta legislatura, en 1999, sino que carecerían de posibilidades de buscar un aliado con el que conseguirla, —como hicieron con Unión Valenciana en la cuarta legislatura, la de 1996 a 1999—, dado que la suma de escaños con UPyD tampoco superaría la suma de diputados de un tripartito de izquierdas.

Proyección autonómica

Cortes Valencianas. La aplicación de la ley d'Hondt a los resultados de las europeas en la Comunidad Valenciana para un hipotético reparto de escaños en la Cámara autonómica dibuja el siguiente panorama. El hemiciclo, de 99 escaños, se repartiría, según se cuente o no con Podemos, en 36 o 39 escaños del PP, 27 o 29 del PSPV, 11 o 12 de Esquerra Unida, 9 o 10 de UPyD y 8 o 9 de Compromís. La lista Podemos, ausente del ámbito autonómico, podría tener 7.

El PP. En 2011, los populares lograron 55 escaños y un 48,6% de los votos. Ahora tendría 36 o 39 con un 29%.

El PSPV-PSOE. Los socialistas lograron 33 escaños y un 27,5% de los votos.

Compromís. Consiguió 6 escaños y un 7% de los votos en las elecciones de 2011. Ahora lograría 8 o 9 y un 7,9%.

Esquerra Unida. Logró 5 diputados y un 5,8% de los votos en las autonómcias. Ahora tendría 11 o 12 y un 10,3%.

UPyD. Con un 2,4% de los votos, se quedó fuera de las Cortes Valencianas. Ahora tendría 9 o 10 diputados con un 8,4% de los votos.

Por provincias. La circunscripción peor para el PP y el PSPV-PSOE es Valencia:

Valencia. En 2011, el PP logró 22 escaños y un 50,7% de los votos. Ahora tendría 13-14 y un 27,4%. El PSPV-PSOE pasaría de 12 diputados y un 26,9% a 10-11 y un 20,6%. Compromís, que tuvo cuatro escaños y un 9% pasaría a 5 y un 10%. EUPV pasaría de dos escaños y un 6,5% a 5-6 y un 11,2%. Y UPyD pasaría de un 2,2% sin escaños a. 4 y un 8,5%.

Alicante. El PP pasaría de 20 escaños y un 50,9% a 13-14 y un 30,8%. El PSPV-PSOE tuvo 12 escaños y un 30,5% y ahora tendría 10-11 (22,9%). Compromís pasaría de un diputado y un 4,5% a 2 (4,8%). EUPV logró 2 escaños y un 5,5% y ahora tendría 4 (9,4%). Y UPyD, que logró un 3,1%, lograría 3-4 (8,8%).

Castellón. El PP, que obtuvo 13 escaños y un 49,4%, pasaría a 10-11 (32,1%). El PSPV-PSOE pasaría de 9 diputados y un 31,9% a 7 escaños (23%). Compromís, que logró un diputado con el 6,9%, pasaría a 1-2 (6,2%). EUPV, que obtuvo un diputado y el 5,3%, tendría 2 (8,6%). UPyD, que consiguió un 1,9%, lograría ahora 2 diputados (7,1%).

Con todas las precauciones de extrapolar resultados de unas elecciones con particularidades tan acusadas como las del Parlamento Europeo, especialmente en lo que se refiere al alto nivel de abstención y a la aparición de candidaturas singulares, el PP valenciano, liderado por Alberto Fabra, perdería escaños y votos, lo que abocaría a la oposición al partido que ha hegemonizado la política autonómica desde hace casi dos décadas. Si en 2011, el PP, entonces liderado por Francisco Camps, obtuvo 55 escaños, ahora estaría entre 36 y 39, según si se computa o no al aplicar la ley d’Hondt el resultado de la candidatura Podemos, que se ha situado como quinta fuerza en estos comicios.

Para el PSPV-PSOE, que lidera Ximo Puig, el panorama es contradictorio. Por una parte, sigue sin remontar sus peores resultados históricos, los de las últimas autonómicas y generales, —al contrario, todavía desciende—, pero acaricia seriamente la posibilidad de llegar al Palau de la Generalitat. Los socialistas regresarían a la presidencia, que desempeñaron en las tres primeras legislaturas y que perdieron en 1995, pero lo harían en unas condiciones completamente inéditas, ya que dependerían del apoyo de dos formaciones situadas a su izquierda, que han drenado el voto tradicional del PSPV-PSOE y han pescado con éxito en el caladero de los electores más jóvenes. Si en 2011 obtuvo 33 escaños, ahora lograría entre 27 y 29.

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Si las dos grandes formaciones clásicas retroceden, confirmando la espectacular pérdida de apoyo del bipartidismo, las pequeñas crecen. Aumenta su peso Esquerra Unida del País Valencià, que confirma en el ámbito autonómico el ascenso de Izquierda Unida en el conjunto de España. La coalición que encabeza Marga Sanz, que tiene ahora cinco diputados en las Cortes Valencianas duplicaría su representación y obtendría 11 o 12.

Compromís, que ya dio la sorpresa en 2011 al situarse como tercera fuerza parlamentaria, ampliaría su presencia, aunque en menor medida de lo que vaticinaban las encuestas. La coalición que lideran Mònica Oltra y Enric Morera obtendría 8 o 9 diputados cuando tiene seis.

La novedad en el hemiciclo de las Cortes Valencianas sería UPyD. El ascenso de la formación magenta venía señalado por los resultados de las elecciones generales de 2011, en las que Toni Cantó obtuvo en Valencia el acta para el Congreso de los Diputados. La organización valenciana del partido que lidera Rosa Díez, podrá hacer efectivo el ejercicio para el que su dirigente autonómico, Alexis Marí, viene preparándose con su asistencia como espectador a comisiones y plenos de las Cortes Valencianas en los últimos tiempos. UPyD obtendría nueve o 10 escaños.

La gran sorpresa de la jornada, la candidatura Podemos, sin caras visibles en el ámbito valenciano, lograría siete diputados en las Cortes Valencianas si se proyecta el voto que ha reunido en las europeas.

Por provincias, el PP pasaría de 22 a 13 o 14 escaños en Valencia; de 20 a 13 o 14 en Alicante y de 13 a 10 o 11 en Castellón. El PSPV-PSOE pasaría en Valencia de 12 diputados a 10 o 11; en Alicante también de 12 a 10 o 11 y en Castellón, de nueve a siete. Esquerra Unida pasaría en Valencia de dos escaños a cinco o seis; en Alicante de dos a cuatro y en Castellón de uno a dos. Compromís pasaría en Valencia de cuatro a cinco; en Alicante de uno a dos y en Castellón de uno a dos. UPyD conseguiría cuatro diputados por Valencia, tres o cuatro por Alicante y dos por Castellón.

El vuelco a la izquierda de lo que fue un feudo de la derecha se confirma, aunque no emerge una alternativa sólida sino un abanico plural de fuerzas de izquierda.

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