La versión de los Mossos d’Esquadra pone a Ausàs contra las cuerdas
Los investigadores señalan que el exconsejero hacía contrabando de tabaco cuando todavía estaba en el Govern
El testimonio de los Mossos d’Esquadra sobre los detalles del operativo policial que acabó con la desarticulación de una banda de contrabandistas de tabaco en la que supuestamente está implicado el exconsejero de Gobernación de la Generalitat, Jordi Ausàs, ha puesto a éste contra las cuerdas. Con este testimonio, el exconsejero de ERC está en una posición muy comprometida para poder probar su inocencia en el juicio que se está celebrando desde el martes en la Audiencia de Lleida.
El jefe de la policía judicial de los Mossos d’Esquadra de La Seu d’Urgell que dirigió la investigación ha declarado esta mañana que en el registro de la vivienda de Ausàs encontraron 25.875 euros en efectivo y en su despacho documentos que confirmarían la tesis del fiscal y demostrarían que ya se dedicaba a la actividad del contrabando de tabaco en febrero de 2010 cuando todavía era consejero del Gobierno catalán por ERC (cesó en el cargo en diciembre de ese año, después de las elecciones catalanas que ganó CiU).
Este responsable de la investigación también ha explicado que en un teléfono móvil con logotipo de la Generalitat, requisado al ex consejero en el momento de ser detenido, hallaron mensajes SMS con claras referencias a pedidos de varias marcas de tabaco. Este agente ha añadido que en el registro del garaje de la vivienda de Ausàs encontraron varias bolsas de basura negras con tabaco rubio por valor de 14.500 euros y material utilizado para el embalaje. Esta cantidad por sí sola sería una infracción administrativa, pero para el fiscal constituye un delito al considerar que se trató de una actividad de contrabando continuada.
La investigación de la trama se inició el 25 de abril de 2012 a partir de una confidencia recibida de una persona anónima según la cual había “movimientos extraños” en un garaje y que los mismos podrían estar relacionados con el contrabando de tabaco. Los mossos montaron primero un dispositivo de vigilancia y en una segunda fase colocaron una cámara de video en el interior del local. En tres semanas comprobaron “un trasiego en la zona que no era normal” e identificaron a varias personas y vehículos que entraban a descargar y cargar cajas de tabaco.
Entre las personas que frecuentaban el garaje estaban Ausàs y el también acusado Julián García Molina, brigada de la Guardia Civil. Entonces no se detuvo a nadie porque las cantidades de tabaco no eran importantes. Los contrabandistas procuran siempre no ser sorprendidos con cantidades superiores a 15.000 euros. En este caso, sin embargo, las actuaciones se precipitaron porque un vecino del inmueble descubrió la cámara y la juez de La Seu ordenó las detenciones de los acusados y los registros domiciliarios. “En La Seu es muy complicado investigar el contrabando”, ha indicado el responsable del operativo policial.
Alguno de los trece acusados de la trama fueron identificados a partir del vaciado de llamadas telefónicas realizadas por los cabecillas. Uno de ellos, detenido en Barcelona, confesó que el tabaco que revendía en su local se lo proporcionaba “un hombre de estatura media, canas y gafas que llevaba un todoterreno de color blanco”, descripción que correspondería a Ausàs.
La defensa del exconsejero de Gobernación y ex alcalde de La Seu ha intentado demostrar que su cliente no cometió un delito de contrabando, sino una falta administrativa. Asimismo pretende que se exculpe a su mujer, también imputada en la causa como cómplice, ya que ninguno de los agentes que realizaron las vigilancias la vieron en el garaje donde se almacenaba el tabaco.
El juicio continuará el viernes con los informes periciales y las conclusiones de las partes. También está previsto que se proyecten las imágenes grabadas con cámara en el garaje donde aparece Ausàs cargando tabaco en su coche particular para transportarlo personalmente a Barcelona y entregarlo a otros dos miembros de la banda. El fiscal solicita para él 6 años y 5 meses de cárcel y una multa de 2.250.000 euros. En la apertura del juicio, todos los acusados negaron dedicarse al contrabando y conocerse entre ellos.
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