Alcorques en el limbo

La pequeña Alba pedaleaba por la plaza de la Reverencia cuando se distrajo y cayó en un alcorque. El agujero no tenía un árbol plantado y la niña, de dos años, se fracturó la clavícula. Agujeros así, vacíos, están por diversas calles y plazas madrileñas, en cualquier barrio. No hay una cifra exacta, pero basta con dar un paseo. Según el Ayuntamiento, la reposición de los árboles se produce durante el periodo conocido como parada vegetativa, entre los meses de octubre y marzo. Y este es el problema: mientras se espera el plantío y el crecimiento de nuevos árboles, los alcorques se quedan vacíos, sin ningún tipo de protección, lo que aumenta el riesgo de accidentes.

Fue lo que pasó con la pequeña Alba. Al día siguiente, otro niño se cayó en el mismo agujero, según cuenta Diana Castro, la quiosquera de esta plaza, ubicada en el barrio de Ciudad Lineal, a escasos pasos de la estación de metro de Pueblo Nuevo. “Tanto menores como adultos se accidentan en este agujero”, asegura.

El Consistorio asegura que solo puede replantar durante el invierno

Castro también es miembro de la Comisión de Urbanismo de la Asociación de Vecinos La Merced de Quintana, que ha reclamado varias veces a la Junta de Distrito de Ciudad Lineal y al Área de Medioambiente del Ayuntamiento de Madrid que arregle los alcorques de la plaza. Según la quiosquera, el hueco que está vacío se encuentra en esta situación “desde hace muchísimo tiempo”. Argumenta, además, que los otros 16 alcorques de la plaza, que sí tienen árboles, son bastante profundos y también puede que los vecinos se tropiecen en ellos.

Otras asociaciones vecinales se han quejado de que el Ayuntamiento ha tardado demasiado tiempo en realizar el mantenimiento de los alcorques: hay muchos vacíos, sin árboles; en otros, las raíces han crecido de tal manera que la acera se ha levantado. “Es una queja generalizada: en todos los barrios, en varias calles, hay alcorques sin árboles o las aceras se encuentran rotas”, explica Francisco Caño, miembro de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM).

Según la federación, la falta de mantenimiento afecta, sobre todo, a los barrios periféricos, como los de Hortaleza, Carabanchel, Villaverde y Vallecas. Este periódico comprobó que en diversas calles de estas y otras zonas de la ciudad, incluso las del centro de la capital, hay alcorques vacíos, sin ningún tipo de protección, y diversos puntos en los que la acera se encuentra levantada. En casos como este último, el Consistorio explica que los técnicos municipales intentan desviar sus raíces, además de arreglar la vía. “Se hace lo posible para evitar quitar el árbol”, explican fuentes municipales.

Los barrios más afectados son los que se encuentran en la periferia

Respecto a los alcorques que se encuentran vacíos, el problema no es cuántos se encuentran en esta situación, sino el tiempo que se quedan sin un árbol. El Área de Medioambiente del Ayuntamiento explica que las reposiciones de árboles son habituales. Se llevan a cabo durante el periodo conocido como parada vegetativa; es decir, entre octubre y marzo, meses de otoño e invierno. Mientras el plantío no se produce, los agujeros se quedan vacíos. Y durante este tiempo, se pueden producir accidentes como el de la pequeña Alba.

La niña, debido a su corta edad, no tendrá que pasar por una operación quirúrgica. Los médicos aseguraron que, en algunas semanas, el hueso fracturado se regenerará solo, según cuenta Laura, la madre de la menor. Sin embargo, ella decidió presentar una denuncia ante el Consistorio, para reclamar su responsabilidad. “El problema es que nunca nadie presenta una denuncia. Es la primera vez que lo van a hacer”, afirma la quiosquera Diana Castro.

Las quejas que presentó la asociación de vecinos a la junta municipal fueron trasladadas al Ayuntamiento, el único responsable de llevar a cabo los arreglos necesarios. El gobierno municipal asegura que ya ha plantado pinus, una especie de árbol, en el alcorque de la plaza de la Reverencia, y que están a espera de que germine. Asevera, además, que van a rebajar todos los alcorques para evitar cualquier tipo de incidente, como piden los vecinos. Los moradores tendrán que esperar un poco más. Y confiar en que no haya más sobresaltos.