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Un ‘paraíso’ en la encrucijada

La división de Izquierda Unida en Rivas, la mayor ciudad española que gobierna, amenaza el control municipal que la formación mantiene desde 1991 La calidad de los servicios y la apuesta medioambiental, claves del modelo

José Marcos
El coordinador regional de IU, Eddy Sánchez, y el alcalde de Rivas, José Masa.
El coordinador regional de IU, Eddy Sánchez, y el alcalde de Rivas, José Masa.LUIS SEVILLANO

Rivas Vaciamadrid, el País de las Maravillas de Izquierda Unida, no alcanzaba los 15.000 habitantes en 1991. Ese año es clave en la historia del municipio y en la del partido, que en apenas dos generaciones transformó lo que era un villorrio acosado por la falta de servicios públicos y la presencia de dos vertederos en su principal Ayuntamiento en toda España. Un cuarto de siglo después, la población se ha multiplicado por cinco, más allá de los 81.000, con una edad media de 34 años de media, la más baja de toda la Comunidad de Madrid. Y, sembrando en la nada, se erigió en el séptimo municipio del país con los mayores ingresos mensuales por familia (2.765,5 euros de media, 150 menos que el primero, Boadilla del Monte).

José Masa.
José Masa.SCIAMMARELLA

Un escenario increíble en el mismo emplazamiento donde, entre 1967 y 1978, se vertieron casi diez millones de toneladas métricas de residuos de Madrid. Tirados al libre albedrío en el centro mismo de Rivas. Partiéndola. Y sin los controles de ahora, lo mismo daban residuos sanitarios que de otros sectores industriales. Contribuyendo al estigma de una población que hasta hace no tanto sufría los malos olores que emanaban del vertedero de Valdemingómez. El aroma era tan ingrato y conocido que los conductores de la carretera de Valencia subían las ventanillas de sus vehículos cuando pasaban a la altura de Rivas. Y hay más: la carencia de servicios públicos era tan exagerada que el municipio era conocido como Los Barracones, topónimo originado por el medio centenar de cobertizos donde se impartía clase a los chiquillos del lugar.

Los datos de la refundación de Rivas son el relato de un modelo de gestión basado en unos servicios públicos cuya calidad trasciende ideologías. El resultado de las últimas elecciones, sean municipales, autonómicas o generales, lo dice todo. Si IU duplicó los votos del PP en los comicios locales de 2011 con 15.308 votos (45,34%) frente a 9.015 (26,70%) —el PSOE quedó tercero, con 4.649 (13,77%)—, en las autonómicas, celebradas a la vez, premiaban al PP en lo más alto con 11.846 papeletas (35,43%), seguido del PSOE con 9.676 (28,94%). IU bajaba a la tercera plaza con 7.229 votos (21,62%). Unos meses después, se repetía el podio de las autonómicas: 14.250 votos para el PP (37,31%), 10.985 para los socialistas (28,76%) y 6.506 para IU (17,03%), seguido de cerca por UPyD con 4.288 (11,22%).

“Ese es el patrón que suele darse en las urnas... ¿Conclusión? Que esto no es Marinaleda, la gente no nos da su voto por costumbre. Nos lo da como reconocimiento, porque están satisfechos con la ciudad”, corrobora un alto responsable de IU, que pone como contrapunto a la localidad sevillana que gobierna Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder del Colectivo de Unidad de los Trabajadores - Bloque Andaluz de Izquierdas.

El PSOE tampoco escapa a las fricciones

El conflicto que sacude a Izquierda Unida en Rivas se extendió a su vez al PSOE local, abriendo una crisis que se añade a las que ya prendieron esta legislatura en Alcalá de Henares o Alcorcón, en dos de las principales agrupaciones socialistas.

El origen de la bronca en el PSOE local lo provocó la decisión de los cuatro concejales de no obedecer la orden que tenían de votar en un pleno del Ayuntamiento, a finales del pasado diciembre, una propuesta del sector de Pedro del Cura para elegir al Consejo de Administración de la Empresa Municipal de la Vivienda.

La razón que los ediles alegaron para no hacerlo fue que se encontraron, sin previo conocimiento, con que IU presentó dos propuestas, una de cada bando. Los concejales decidieron entonces no apoyar a ninguno de los dos sectores en que IU se ha dividido.

Aun así, la Comisión Ejecutiva Municipal decidió expedientar a todos los concejales del Grupo Municipal Socialista y pedir, además, el acta de concejal al portavoz, Guillermo Magadán.

La decisión, que contaba con el respaldo de la secretaria general local, Carmen Pérez, finalmente no se puso en práctica. Lo evitó el envío de una carta al PSOE firmada por un nutrido número de militantes.

El último ejemplo de las fricciones internas en el partido se produjo el pasado sábado. El secretario general del PSM, Tomás Gómez, acudió a Rivas a dar un mitin en plena campaña de las elecciones europeas. Mohammed Azahaf, vecino de Rivas y candidato del PSOE en las listas a Bruselas, no fue invitado. Justo al revés que en los anteriores comicios al Europarlamento. Azahaf es conocido por sus críticas a la gestión de Gómez.

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El comportamiento de los votantes de Rivas en las urnas refuerza la gravedad de la bronca interna que ha sacudido a IU los últimos siete meses en su feudo fetiche. La dimisión del alcalde desde 2003, José Masa, cuestionado de forma constante por el coordinador municipal de la formación, Pedro del Cura, el delfín que había elegido para sucederle como candidato en las elecciones del año que viene, abre un escenario inhóspito en la joya de la corona de IU. Hasta el punto de, por qué no, cuestionar una vieja tradición: ninguno de los siete regidores de Rivas desde 1979 era del PP o su precursora, Alianza Popular. “Nuestras peleas de familia pueden hacer que se repita la historia y perdamos Rivas como antes perdimos Arganda del Rey”, presagia con el gesto torcido, no queriendo hacer de oráculo, un líder destacado de la formación de Cayo Lara. A raíz de las turbulencias entre distintas familias —hay un dicho en IU que dice que se juntan dos militantes y de ese encuentro salen tres corrientes—, Arganda dejó de ser una de las plazas fuertes del partido en 1995. Justo el mismo año en que IU consiguió su mejor resultado en unas autonómicas, cosechando un respaldo del 16,02%. El coordinador regional, Eddy Sánchez, se ha fijado como objetivo batir aquel registro... Tratando de mantener Rivas.

De perderla, se repetiría el déjà vu de hace 15 años, que al igual que entonces le volvería a dar un toque agridulce al ascenso de IU. En el PP son conscientes de la oportunidad, mientras el PSOE también anda enzarzado en las cuitas del aparato. Hoy por hoy, IU cuenta con 13 ediles en el Consistorio; el PP con siete; el PSOE con cuatro; y un partido independiente, con un representante.

A la espera de que Del Cura sea elegido el nuevo alcalde, en principio después de las elecciones europeas del día 25, la transición en el gobierno municipal no se adivina fácil. Si el lunes renunció Masa, Luz Matas, la concejala de Presidencia, siguió sus pasos un día después. El mismo miércoles ya se había incorporado a su plaza como trabajadora pública, al frente de los servicios jurídicos del Ayuntamiento. Y como no hay dos sin tres, Fausto Fernández, primer teniente de alcalde y predecesor de Masa al frente del Consistorio (1995-2003) ya se ha puesto en contacto con el instituto donde impartía clases de Ciencias Sociales —aunque lo que de verdad le gustan son las matemáticas— para volver a la vida docente.

La salida de los gestores principales de Rivas no augura un año plácido a Del Cura como regidor hasta las elecciones del próximo mayo. Tampoco le beneficiará la polémica que rodea a su ático y otras propiedades de parientes cercanos. Ni la plaza de técnico de infancia y juventud a la que concursó en 2009, cuando él era precisamente el concejal de Infancia y Juventud.

Las críticas que encabezó contra Masa, pidiendo su dimisión tras un informe de la Cámara de Cuentas de los ejercicios de 2010 y 2011 que reflejaba un desajuste contable de 20,9 millones de euros en la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), así como la “depreciación” en la valoración de una parcela de 11 millones y otra serie de irregularidades, podrían terminar costándole el municipio a IU... Donde, además, sorprende e indigna la postura de Del Cura, que “va de nuevo” cuando llevaba 11 años en el gobierno municipal, los últimos siete como portavoz, hasta la revuelta que terminó el lunes con el adiós de Masa.

A continuación se enumeran las claves del legado de los padres fundadores que hicieron de Rivas el símbolo de IU. Un símbolo, a 15 kilómetros de la Puerta del Sol, en peligro por una bronca que sorprende dentro y fuera de la formación de izquierdas.

3.000 pisos públicos la última década. El 20% de los ripenses de entre 20 y 35 años viven en casas construidas por la EMV. En Rivas los jóvenes se emancipan de media a los 30 años, cuatro años antes de lo que sucede en el conjunto del Estado. Si desde 2003 la EMVS de Madrid ha construido una vivienda por cada 275 habitantes, la EMV de Rivas ha construido, en el mismo periodo, una por cada 24 habitantes (3.000 pisos públicos en estos diez años). Frente al 10% de suelo construido que la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid obliga a los promotores a ceder a los Ayuntamientos, en Rivas se da hasta un 45% de aprovechamiento en suelo residencial, y un 66% en el nuevo suelo productivo. Rivas es la ciudad de más de 50.000 habitantes con menos viviendas vacías de España.

Una ciudad sostenible. Rivas se ha destacado por impulsar una serie de medidas medioambientales y de ahorro energético que buscan reducir totalmente las emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2030 en el término municipal, alcanzando una reducción del 50% en 2020. Por este plan, Rivas recibió en 2012 el premio a la ciudad española más sostenible de la Fundación Fórum Ambiental. También fue la primera localidad de la región en aprobar, en 2004, una ordenanza que obligaba a que toda nueva edificación, pública o privada, contara con la capacidad de disponer de placas solares.

Alumbrado inteligente. El Ayuntamiento ha renovado el 81% de las luminarias públicas del municipio, incorporando la tecnología LED (más eficiente que el vapor de sodio) en 7.541 unidades de las 9.181 que existen en la ciudad. Se estima que la mejora supondrá una disminución del gasto energético del 56%, lo que redundará en la disminución del coste de la factura eléctrica para el Consistorio, un ahorro que servirá para financiar prácticamente por completo la renovación del parque de alumbrado. Según los cálculos municipales, con la tecnología LED dejará de emitir a la atmósfera 990 toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año. Aparte de reducir la contaminación lumínica.

Un árbol por habitante. El municipio, antes un erial, cuenta ahora con más de 80.000 árboles, de los que 55.000 se encuentran en la zona urbana. Las especies más abundantes son el plátano, la falsa acacia y el ciruelo de flor.

Una población habituada a reciclar. Más de mil vecinos tienen compostadoras en sus hogares para transformar en abono los restos orgánicos que producen. La planta experimental de reciclado de basuras que funciona en el municipio consigue reducir el 70% de los residuos que se tratan.

Internet como leitmotiv. Los habitantes de la localidad disfrutan de acceso gratuito a la red en 62 centros municipales a través de conexión inalámbrica. Además, Rivas cuenta con la mayor extensión wifi de España, con más de 220 hectáreas.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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