Un derbi para la Real

Ander Iturraspe ha hurgado en la herida deportiva de la Real Sociedad. En medio de la sucesión cruzada de declaraciones sobre el derbi que viene a cerrar este domingo la Liga en San Mamés, el indiscutible centrocampista titular del Athletic no ha tenido mejor intención que afirmar: "la mejor revancha contra la Real es nuestra plaza en Champions". A partir de tan intencionada frase se puede retratar perfectamente el ánimo con el que acuden ambos equipos a un partido que solo tiene trascendencia para los visitantes.

En Bilbao hay un indudable clima de euforia por la clasificación del Athletic para la fase previa de la próxima edición de la Champions, pero sobre todo por la confianza que transmite el equipo, firme en los compromisos más determinantes. Bajo este sentimiento, más propicio a la celebración que a la tensión propia de todo duelo, los rojiblancos se aprestan a despedirse de una afición que ha disfrutado con una regularidad desconocida desde hace demasiadas temporadas. Y enfrente, un equipo que necesita sumar puntos.

La Real desempeñada a regañadientes el papel que el Athletic representó la pasada campaña. Los donostiarras ven al vecino en la añorada plaza de Champions después de que la hubieran disfrutado de unos meses hasta su rápida eliminación. Pero su objetivo ahora es otro: acabar cuanto más arriba mejor. Jagoba Arrasate lo ha recordado antes de venir a Bilbao: "mejor quintos que sextos". Ante semejante objetivo no hay más salida que la victoria en San Mamés.

Los objetivos tan dispares de ambos equipos quitan al derbi la angustia propia de algunas ediciones. Pero un partido entre Athletic y Real siempre tiene la dosis suficiente de interés para favorecer la emoción de entrada. Eso sí, lo hará con unos previos mucho más apaciguados que traslucen, sobre todo, el objetivo cumplido desde San Mamés.

Ante la distracción que pudiera provocar la clasificación para la Champions, Ernesto Valverde ha instado a evitar la relajación en el último partido de la Liga en un campo estrenado con suerte. El técnico rojiblanco no podrá contar con Aritz Aduriz, en vísperas de su operación de pubis en Alemania. Gaizka Toquero, siempre ahí, será el relevo ante la imposibilidad de contar con Guillermo, refuerzo para el filial en un partido decisivo en su camino hacia el play off en Segunda B.

Arrasate, a su vez, tiene que recomponer la defensa porque Mikel González cumple el castigo por su expulsión ante el Granada, en una noche de escasa fortuna. Ansotegi, otro vizcaíno, será el relevo natural, además de la incorporación de Imanol Agirretxe que será titular ante el club al que perteneció.