El Parlamento elude aplicar un mayor control sobre San Sebastián 2016

El intento por afianzar institucionalmente la capitalidad cultural de San Sebastián 2016 tras su descabezamiento del pasado abril ha llegado este jueves al pleno del Parlamento, con la imposibilidad de repetir en el Legislativo autonómico la imagen de unanimidad que el pleno del Ayuntamiento de la ciudad ha venido intentando en los últimos días. La Cámara ha sacado adelante un acuerdo de PNV y EH Bildu, rechazado por PSE y UPyD y con la abstención del PP, en el que de manera escueta se remarca el apoyo a la declaración institucional del Consistorio donostiarra a finales de abril que establece su afán para que el proyecto llegue a buen puerto y se ratifica un acuerdo del Parlamento del pasado febrero que avalaba la gestión del ya extinto equipo directivo.

Con esta resolución se ha evitado aprobar otro texto, pactado por PSE y PP que planteaba un mayor control del Parlamento al Gobierno en esta materia y reclamaba mayor "profesionalidad" en el proyecto. 

En el Parlamento los partidos han estado condicionados por las siglas que sostienen a las instituciones que participan en el patronato de la fundación de San Sebastián 2016. El PNV, en el patronato a través del Departamento de Cultura, y EH Bildu, en ese foro a través del alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre, que lo preside. Ambos partidos han ido de la mano en los últimos debates parlamentarios sobre San Sebastián 2016, como el pasado mes de febrero, cuando aún no se habían producido los ceses y las dimisiones del equipo directivo. Entonces la Cámara avaló los trabajos que se estaban realizando.

La fotografía con la que la semana pasada todos los partidos del Consistorio ha estado en boca de todos los partidos, con una visión crítica por parte de UPyD, que no tiene representación en el pleno de San Sebastián, pero también por parte del PP, que a través de Borja Sémper ha reclamado que se supere la “retórica”. De hecho, esa unidad se rompió poco después. Sémper ha resaltado que "debemos pasar de la cierta autocomplacencia, de la retórica, a la exigencia. De palabras biensonantes que suenan tan bien que se convierten en espacios comunes", como, según ha reprochado a todos los partidos, incluido el suyo, la declaración institucional de los grupos del Ayuntamiento. La declaración "no está mal, el acuerdo sobre lo obvio no está mal, pero se acabó la broma, hay que pasar sin dilación a la exigencia contundente, al control permanente del proyecto".

Sémper ha dicho que Izagirre confesó al responsable del PP en el Ayuntamiento, Ramón Gómez, que no apostaban por el proyecto y que la única manera de hacerlo era meter "a su gente" en él. Los nombramientos posteriores "respondían a determinada intencionalidad", ha asegurado, en vez de "buscar la profesionalidad extrema, independientemente de a quien votaran, eso no ha sucedido". 

Sémper, como la portavoz socialista Susana Corcuera, ha reclamado "profesionalidad" en la nueva dirección, de la que aún no hay "pliegos" para iniciar el proceso de selección. Corcuera ha señalado que "estamos en tiempo de descuento" y ha resaltado que "no podemos recuperar el tiempo perdido", mientras que la portavoz del PNV, Garbiñe Mendizabal, ha asegurado que el proyecto tiene tiempo aún para ser relanzado.

La portavoz en materia de cultura de EH Bildu, Estitxu Breñas, ha vuelto a pedir que se eviten las "injerencias políticas". Breñas ha asegurado, como ya hizo Izagirre el pasado viernes en la Lehendakaritza, tras una reunión con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Cultura, Cristina Uriarte, que van a seguir los criterios establecidos por la Comisión Europea para la selección de la futura dirección.

El proyecto se ha convertido en una carrera de despropósitos, que evidencia el sectarismo de EH Bildu”, ha criticado Gorka Maneiro, que ve una “falta palmaria de voluntad e ideas” para sacar adelante el proyecto.